jueves, 24 de diciembre de 2009


Que Dios nos otorgue bendición en este año que se inicia 2010, para que no seamos como el humo de una chimenea, que es rápidamente dispersado por el viento: que nuestra bondad no sea como la nube mañanera, ni como el rocío temprano que se evapora; sino que seamos afirmados, y que cada bien que tengamos sea un bien permanente. Que nuestro carácter no sea como las letras escritas sobre arena, sino una inscripción en la roca. Que nuestra fe no sea como "la urdimbre sin marco de una visión," sino que esté construida con material de piedra que aguantará ese horrible incendio que consumirá la madera, el heno.

Que estemos cimentados y arraigados en el amor. Que nuestras convicciones sean profundas. Que nuestro amor sea real. Que nuestros deseos sean sinceros. Que nuestra vida entera esté establecida, fijada y afirmada, para que todas las ráfagas del infierno y todas las tormentas de la tierra sean incapaces de conmovernos.

Yo oro porque la bendición de DIOS sea derramada en nosotros, independientemente de que seamos jóvenes o viejos, pero especialmente en aquellos que han conocido por largo tiempo a su Señor y Salvador.

Espíritu del Dios vivo, abre el entendimiento para recibirle, y el corazón para obedecerle, y que muchas almas se arrojen sobre Cristo. Sobre todos ellos, así como en todos los creyentes, yo pronuncio la bendición de parte de Jesus.

FELIZ 2009

Pastor Manuel Rodriguez.

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