miércoles, 25 de marzo de 2009

Sansón



Sansón era el más fuerte de los hombres, pero falló. ¿Por qué? Falló porque nunca le prestó atención a sus debilidades, orgullo, mundanalidad, carnalidad, descuido, borracheras, mujeres y su debilidad para seguir a Dios. Él no le prestó atención y finalmente lo destruyeron y perdió sus fuerzas. Sus debilidades sobrepasaron a sus fuerzas. Nunca cubrió sus lagunas, nunca controló sus debilidades, no trató de mejorarse y nunca tomó precauciones contra esas debilidades.

Un buen soldado no solamente se percata de sus puntos fuertes, sino también de los débiles. Puede ser que usted tenga muchas fuerzas en Dios, y eso está bien, pero, ¿qué tal son sus debilidades? Es tan importante fortalecer sus puntos fuertes, como darse cuenta de los débiles, para cubrirlos, para protegerse contra ellos. Si usted es débil en una parte de su ser, tome precauciones. Si usted es débil en algo, entonces ponga cercas y cúbrase. Tome medidas porque el más fuerte puede caer, pero el débil se levantará si conoce sus debilidades. Use sabiduría y la gracia de Dios para cubrirse. Sea fuerte en el Señor, sabio y cuidadoso con sus debilidades. Entonces será como Pablo, el cual conocía que la gracia de Dios esa suficiente en sus debilidades y tomó precauciones. Él no hizo cómo Sansón.

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