jueves, 3 de mayo de 2012

ES PARTE DEL PROCESO.

Necesitas permanecer firme en medio de toda adversidad, aunque ahora mismo, los vientos contrarios arrecien con toda su furia. No olvides que es precisamente en estos momentos específicos de pruebas durísimas, cuando aprendes a permanecer fiel al Señor. No reniegues por lo que pasa. Dios sabe con qué propósito lo ha permitido, precisamente ahora en estos tiempos. No le cuestiones, pues tu lógica es incapaz de digerir todas estas cosas; pero de lo que si has de tener la plena certeza, es que Dios sabe lo que hace. La obra que Dios está haciendo en ti, es una obra maestra, en la que está puliendo todo lo que de ti no sirve; una obra maestra, en la que está desarraigando todos aquellos apegos innecesarios que tantos efectos nocivos te produce. Por eso aunque no entiendas lo que pasa, regocíjate en el Señor. Cuando Pablo les escribe a los filipenses, les dice: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: Regocijaos. Filipenses 4:4 Cuando Pablo dice “siempre”, es que aun hasta en los momentos más oscuros de la vida hay que alabarle. Esto es precisamente lo que el vivió en la cárcel de Filipos. Veamos: Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Hechos 16:22-25 Independientemente a los golpes recibidos y a la prisión injusta a la que fue sometido, Pablo se regocijó en el Señor porque tenía la certeza que no estaba solo. El Señor está muy cerca de ti aunque no lo veas ni lo sientas. Su presencia es una realidad constante a tu alrededor. Deja que te siga formando aunque no comprendas sus procedimientos. Ya no te afanes en lo que es imposible lograr. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 Ora... Ora... Ora... Ejercita tu fe, paciencia y gratitud a Dios, hasta que su paz sobrenatural te inunde por completo. Es necesario que aprendas a gozarte en Dios independientemente a toda circunstancia que vivas. Todo esto es parte del proceso. Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6 Tú, sigue desempeñando fielmente el encargo específico que Dios ha puesto en tus manos.

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