martes, 8 de mayo de 2012

ES POR TU BIEN

No les tengas miedo a los “gigantes” que obstaculizan el cumplimiento de los propósitos eternos de Dios para tu vida; no les temas, aunque los veas como fuerzas enormes y constantes que vienen a atacarte desde todas partes. Que las circunstancias externas, no sean el factor determinante para dudar del poder, soberanía y fidelidad de Dios. Hay algo que has de tener siempre presente, aun en los momentos más oscuros de prueba: Tú le perteneces a Dios, y te ha apartado para él desde toda la eternidad para propósitos grandes. Entiende que tú, no te echaras a perder, aunque así te sientas y muchas personas te lo hagan saber. Aunque no entiendas su “porque”, todo lo que te está sucediendo ahora, va enfilado al cumplimiento del plan perfecto de Dios para tu vida. Todo este proceso va encaminado a ese fin, aunque no le encuentres explicación lógica. Al respecto el apóstol Pablo en carta a los romanos, escribe lo siguiente: A los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien; esto es a los que conforme a sus propósitos son llamados. Romanos 8:28 Todo esto es por tu bien. Durante todo este proceso ten mucho cuidado de no perder el rumbo correcto; los vientos contrarios son capaces de desviarte, frenarte o hundirte si no cuentas con la brújula correcta. Por esa razón “no despegues” tus ojos de la Palabra de Dios. Deja que su luz te oriente a lo largo del camino y te indique lo que hayas de hacer ante cada situación que se presente. Es el rumbo que guiará tus caminos por las sendas oscuras y aparentes de la tierra. Algo con lo tendrás que luchar de continuo, es con la incredulidad, pues el panorama no te será favorable; bueno, ya lo estás viendo. Por eso, es precisamente ahora cuando tu fe y paciencia deben de “afinarse”, y sobre todo cuando ya han transcurrido muchos años y las cosas se mantienen iguales o peor. Dios no pierde el control de todos tus acontecimientos. Por eso, en lo que a ti respecta, esfuérzate en hacer todo lo que Dios ponga en tu corazón, él hará el resto. Tu sabes que te ha hecho grandes promesas, pues te las ha confirmado siempre. Por eso, aunque ahora todo lo veas al revés, declara que será conforme a lo que te ha dicho, y no como las personas o las circunstancias te lo dicen. Créele a Dios, y abandónate bajo su poder sobrenatural sin temer a lo que pueda sucederte. Dios confirmará su Palabra en ti. Confirma para siempre la Palabra que has hablado para tu siervo, y su casa, y haz conforme a lo que has dicho. 2 Samuel 7:25

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