Cada mañana El Señor nos regala su misericordia pues Él nos ama de una forma tan especial que no podemos entender y es que aunque muchas veces no merecemos nada o aunque le hayamos fallado Dios nos muestra su bondad cada día, nos muestra su fidelidad que es grande, es algo que simplemente a Él le ha placido darnos sin nosotros habérselo pedido, sin nosotros haberlo ganado ni mucho menos comprado. Es un regalo, es un don de Dios.
No podemos negar que El Señor ha sido bueno con cada uno de nosotros porque hasta aquí nos ha ayudado, porque hasta aquí El ha sido fiel y nunca nos ha abandonado, nunca nos ha faltado nada, en medio de los problemas y dificultades El se ha manifestado con su poder, nos ha levantado las veces que hemos caído y nos ha ayudado a pesar de nuestros errores
Dios tiene misericordia de ti desde el amanecer hasta el anochecer y eso no depende de ti, ni por que tú le hayas dicho “Señor ten misericordia de mí en este día” simplemente es porque El quiere.
“Señor gracias por que tus misericordias son nuevas cada mañana, por todo lo bueno que has hecho en nuestras vidas, por tu fidelidad, por tu amor, gracias porque nunca nos abandonas en medio de los problemas en los que nos metemos y reconocemos que sin tu ayuda no podríamos salir de ellos”. Amen
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