El Señor le mandó a Israel a que celebrase la cosecha, a contar el “omer” (cebada) cada día en la cosecha de primavera. Pero durante 2.000 años, el pueblo judío no tuvo tierra. Estaban esparcidos fuera de su tierra, así que no tenían cosecha. Pero, aún así, se les había ordenado que celebrasen la cosecha, que contaran el omer. Los judíos ortodoxos, quienes raramente vieron una cosecha, porque estaban involucrados en sus libros, celebraban la cosecha sin haber tenido una. ¡Esto es increíble! Durante 2.000 años, ellos no habían tenido cosecha. Luego, Dios los trajo de regreso a la tierra de Israel. El desierto floreció, y de nuevo hubo cosecha. No había habido cosecha, pero ahora sí.
La Biblia dice que demos gracias a Dios por todo, pero hay algo más profundo. Aprenda la lección del omer imaginario. Aprenda el secreto de contar sus bendiciones antes de tenerlas. Cuente las bendiciones por las que usted está orando. Gócese en la respuesta antes de ser contestadas. Gócese en la victoria antes de verla. Gócese en la brecha antes de que suceda. Dé gracias por el omer que aún no existe en su vida, porque cuando usted da gracias por esas bendiciones que no existen, entonces usted terminará teniéndolas.
PASTOR MANUEL RODRIGUEZ G.
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