Cuando uno lee el libro de Éxodo, ve que las instrucciones para la construcción del tabernáculo están llenas de dimensiones: Tantos metros de alto, de ancho, de largo. El Antiguo Testamento contiene muchas dimensiones. Era un Pacto basado en las tablas. Pero cuando llego el Nuevo Pacto, cuando el Espíritu bajo en Pentecostés, (Da la casualidad que cae el mismo día que en el Antiguo Testamento recibió las tablas de la Ley) ahora ya no hay dimensiones, porque con el Espíritu no hay medida. La carne tiene dimensiones; el Espíritu, no. Tener dimensiones y medidas es tener límites. Cuando usted vive en la carne, usted está limitado por su propio entendimiento, sus propias habilidades, debilidades, fuerzas, sabiduría y todo lo que viene de usted mismo. El Espíritu no está limitado en nada. Dios no tiene límites. No hay límites para Su misericordia, su amor, su sabiduría, Su fuerza o Su poder. Cuando vive por el Espíritu, usted tiene una mente abierta – el viento sopla a través de ella. Usted lo puede todo en Jesucristo. Usted no tiene límites. Entre en la dimensión del Espíritu y será como el viento, sin limitaciones, porque el Espíritu es como el viento, sin dimensiones.

El Señor nos cuenta a menudo la parábola de un hombre que da una fiesta o que manda invitaciones para una boda. Siempre se trata de una parábola acerca de una fiesta. Cuando el reino llega, siempre es con fiesta. ¿Por qué será? Porque es un evento de gozo, de celebración y de bendición. El significado es que Dios siempre termina hablando de fiesta. Se trata del reino por venir. La razón por la cual el Mesías habla de fiestas para el fin , es porque es una manera de decirle al pueblo de Dios que hay gozo al final. Cuando todo se termine, si usted está en Dios, habrá gozo. El arrepentimiento siempre termina con gozo. Cada sacrificio, cada decisión justa, cada vez que se carga la cruz, cada acto de servicio a Dios, ministrando, yendo al campo misionero, amando a sus enemigos o desechando la tentación, todo esto termina en gozo. Le espera una fiesta, un banquete y una boda. Habrá cantos y baile allá en el cielo.

Así que sirva al Señor con confianza, esperanza, y con toda su mente, su corazón, su alma, y sus fuerzas porque eso está bien y le traerá gozo y bendiciones. La fiesta de las parábolas nos muestran algo más profundo: que al final de todo camino justo en Dios, el Señor ha preparado para Su pueblo y para usted, un banquete, una fiesta, y una celebración llena de gozo.

En Hebreos 10:24 dice: "Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras". La palabra “estimularnos” se traduce algunas veces como provocar. Viene del sáncrito “voke," llamar” o es decir, cosas que no son como si lo fuesen.

Haga salir amor por los demás, hasta para los que no aman, en esos momentos de desesperación como cuando Lázaro estaba en la tumba. Provoque amor para los que no se lo merecen. Comience por usted mismo. Llame a la existencia el amor que no existe. Puede que usted no sienta gozo, pero llámelo en su espíritu. Si no tiene esperanza, llámela para que aparezca. En el poder del Mesías, usted tiene poder para sacar lo que está muerto y que ni siquiera existe. Ame, bendiga y haga el bien a los que no se lo merecen. Ame a sus enemigos como si fuesen sus amigos. Conviértase en un santo que provoca lo mejor en los demás. Así como Dios dijo "que sea la luz" cuando no existía la luz; que haya esperanza cuando no existe, bendiciones cuando no las hay, amor cuando no lo hay. Cuando usted estaba muerto, Dios lo llamó y le dio vida, así que vaya y haga lo mismo

Es Josué 14 dice que la Tierra Prometida se repartió en partes. La tierra se le repartió a cada uno conforme a la parte que le correspondía por herencia. El original dice que tierra fue repartida "por sorteo," es decir que se echó a la suerte. Josué 18 describe al mismo Josué echando la suerte. Se echaba la suerte en el día más sagrado, en la Yom Kippur, y también en la Fiesta de Purim, la cual significa "La fiesta de los dados o de la suerte." Los israelitas heredaron la Tierra Prometida echando los dados, es decir la suerte. Cuando usted mira el mundo y su vida le parece como que todo es el producto de la suerte. Usted no ve el propósito de Dios. Entonces es que debe recordarse que la suerte se echó para distribuir la Tierra Prometida. Los israelitas recibieron su herencia echando los dados para la suerte.

¿Qué está sucediendo en su vida? Si está siguiendo a Dios, hasta lo que no le gusta tiene sentido, porque todo obrará para bien, para que Dios cumpla Sus promesas - promesas de plenitud, de gozo, de bendiciones y de riquezas. Así que sencillamente siga hacia daelante, continúe amando y siendo fiel a Dios. Como hijo de Dios que es, sepa que todas las cosas en su vida lo van a conducir hacia su herencia, hacia las bendiciones de la tierra que fluye leche y miel.

Pedro vio al Señor desde la barca y se fue por la borda. Literalmente saltó fuera del barco. ¿Pero era esa una locura de Pedro? ¡Claro está que no! Pedro estaba en la perfecta voluntad de Dios. Estaba dando un paso de fe con su mirada puesta en el Señor. Muchas veces cuando uno está dispuesto a dar un paso de fe en Dios, pareciera que es una locura, como tirarse por la borda. Pero uno no puede cometer locuras con Dios. Puede que uno las cometa y se tire por la borda creyendo que está en la voluntad de Dios y no ser así. Uno puede pasarse de limite con una idea o un proyecto, pero nunca uno se tirará demasiado por la borda cuando está Dios allí. Sino cuando pone otras cosas por encima de Dios, es que usted se pasa del limite.

Dios, por definición, es la Persona por la cual usted lo entrega todo, por la que usted se vuelve loco. Cuando nuestra pasión no está centrada en Dios primeramente, entonces es que nos tiramos por la borda. Estar muerto en Dios es una locura. Es curioso ver como la gente se vuelve loca en un concierto de rock o en un juego de pelota, y la gente piensa que eso es natural. Pero cuando uno se vuelve loco por Dios, la gente dice: “Oye, te estás extralimitando." Por eso la Biblia dice así: “Ama al Señor con todo tu corazón, mente, alma y fuerza.” En otras palabras, sálgase del barco y pásese de limite por Dios. Porque nunca se arriesga uno demasiado con Dios.

Existió un hombre, que preparó el camino del Señor…el es, Juan el Bautista. Juan, cada vez que podía, decía…mírenlo, El es el Mesías, el Salvador del mundo!! Juan anunció a Jesús como el Hijo de Dios.

Pero llegó un momento en que Juan fue tomado preso y se preparaba para ser decapitado… Entonces, desde la cárcel, Juan envía a dos de sus aprendices hacia donde estaba Jesús a preguntarle… eres tu el Mesías o esperaremos a otro?

Qué paso con Juan?, acaso días atrás no estaba anunciando a Jesús como el Mesías??, que pasó con su Fe?

La situación había cambiado, antes Juan Gritaba en la libertad del desierto que Jesús era el Mesías, pero ahora estaba preso y a punto de morir… entonces falló su fe por un momento.. Honestamente, todos hemos pasado por esas crisis de Fe. Todos nos hemos preguntado si realmente Dios existe…si realmente tiene o no cuidado de nosotros.

Pero Jesús envió una respuesta amorosa… Díganle a Juan, que los enfermos son sanados, los muertos resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio… Díganle a Juan, Bienaventurado el que no haya tropiezo en mi!!! Esto quiere decir, bienaventurado el que no se ofende por la forma en que yo hago las cosas…
Tal vez te has sentido ofendido por la forma en que Dios obra.. tal vez no entiendas algunos asuntos… Pero el Señor te pide que no te ofendas por su forma de proceder.

Sé que Juan, sintió gozo en su corazón, aun en el momento mas oscuro..al final de su vida, el debe haber pensado : Si,.. el es el Mesías y yo, anuncié su llegada!…

No te ofendas por la forma en que Dios establece su reino, algo maravilloso seguramente está planeando para ti…
El anhelo mas grande de Juan el Bautista era ver a Dios cara a cara…y lo logró!

El sigue ahí, ocupado de todos nosotros!!! y no te dará una prueba mas grande de lo que puedas soportar. Espera a ver como Dios mueve su mano a tu favor!!!

Hebreos 12:1- 3 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Este es el año del cumplimiento Profetico para nuestra vida familia y ministerio, es por eso me es grato poder invitarles a lo que sera nuestra Cumbre Apostolica y Profetica 2009 "POSESION Y EXPANSION SIN LIMITES" a realizarce en el mes de Octubre en la ciudad de Concepcion.

Estamos muy a la expectativa de lo que Dios hara en esta oportunidad ya que el nos ha sorprendido cada vez con algo extraordinario y nos gustaria este año poder contar con su distinguida presencia.

Este año Dios nos a sorprendido gratamente con lo recursos invitados a esta conferencia 2009 ya que contaremos con la presencia de el Apostol y Profeta ALVARO ROBLES de la Red IMPAC del Apostol Jhon Eckard de Chicago Estados Unidos. Y a la vez tendremos la oportunidad de gestar la venida de el Dr. Morris Cerullo a nuestra ciudad, ya que estara con nosotros el Dr. y Apostol SYNDNEY STAIR
encargado de su agenda para latinoamerica.

Espero acusar recibo y de esta manera podamos recibir este alumbramiento Apostolico y Profetico juntos y deseosos de un cambio real en nuestra ciudad y vidas.


Al servicio del reino

Manuel Fonseca
Apostol
8-7343213

Jesus estaba pasando por un lugar, pero Zaqueo no lo podía ver porque era bajo de estatura. Así que se le ocurrió algo. Se subió a un árbol. El Mesías lo vio, y luego fue a su casa. El Mesías lo felicitó y bendijo su casa porque Zaqueo no permitió que nada le impidiese acercarse a Dios. Hizo todo lo que pudo para acercarse a Él. Usted debe hacer lo mismo. No deje que nada le impida acercarse a Dios. Sea lo que sea: pecados, debilidades, heridas, culpa o derrotas.
Zaqueo tenía limitaciones, pero no dejó que estas le impidieran ver al Mesías y por tener ese valor es que se le recuerda. Así que sea lo que sea que deba hacer para acercarse a Dios, ¡hágalo! Pregúntese: “¿Lo que voy a hacer, me acercará o me alejará de Dios?" Luego haga lo que deba hacer. Dios lo felicitará porque esa es la voluntad de Dios. Dios quiere que usted se acerque a Él. Él no desea que usted sea vencido por las dificultades que lo separan del Señor. Él desea que usted sea un vencedor aunque eso signifique correr, o subirse a un árbol para vencer los impedimentos. Tome una decisión, una vez y para siempre. Dios lo premiará, así que corra o súbase a un árbol porque Dios lo está esperando para bendecir su casa.

El matrimonio necesita romance. Frecuentemente, los matrimonios se vuelven una rutina. Pierden la emoción que tenían al principio. Las parejas casadas se toman el uno al otro algo ya establecido. Necesitan salir de la rutina. Así que anímese y hágale una cita a su esposa. Prepare algo especial y haga algo no acostumbrado. ¡Ponga una chispa de romance en su matrimonio!

Ya sea que esté casado o no, usted forma parte de otro matrimonio también; usted está casado con Dios. Tener un pacto con Dios es estar casado con Él. Él es el esposo y usted es la esposa; es un matrimonio. Pero tal como en los matrimonios de esta tierra, el problema se presenta cuando perdemos la admiración, el misterio y el gozo; caemos en la rutina; damos la salvación por un hecho y perdemos la emoción que sentíamos cuando vinimos a Él. Necesitamos volver a tener un romance con Dios. Rompa con la rutina espiritual. Tenga una cita espiritual con Dios. Pase tiempo a solas con Él. Camine en Su voluntad. Dé un paso de fe. Reciba Su amor otra vez. El mayor matrimonio que usted tiene es con Él. Su amor y Su presencia son tan emocionantes ahora como lo fueron la primera vez, cuando usted vino al Señor. Regrese al romance con Él, porque Dios es su eterno esposo y usted es Su esposa.

Durante un avivamiento en mi iglesia, Dios me hizo entender las afirmaciones de Jesús: «Separados de mí nada podéis hacer». Siempre me he inclinado a pensar: «Separado de Dios puedo hacer solamente algunas cosas». He reconocido rápidamente mi necesidad de Él para hacer «mucho más abundantemente de lo que pedimos o deseamos», pero he creído que puedo hacer solo las cosas que no eran tan grandes. No es así. He aprendido que no puedo «volar solo» en mi mundo nunca más. Sea que el tiempo esté calmado y los cielos azules, siempre debo mantenerme en contacto con Cristo.