domingo, 4 de octubre de 2020

RESPUESTA A TU ORACIÓN CONFIDENCIAL

 


Ten la firme certeza que Dios escuchó esa oración tan confidencial que brotó desde el fondo de tu corazón. Ten la firme certeza que su Poder soberano intervendrá de manera sorprendente e inusual en medio de esa situación incierta por la que atraviesas. Dios sabe como te sientes ahora, conoce la sana intención de tu corazón, y es por eso que te responde  de manera directa con dos promesas que  debes de aplicar para tu caso personal:

Primera promesa: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo. Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (Is 41,10). Necesitas recordar que la atención personalizada de Dios es continua sobre todos tus acontecimientos, nada de ti se le pasa por alto; conoce con exactitud esos obstáculos que constantemente te asedian, afligen y dominan.  Ten por cierto que no prosperarán aquellos que se opongan a "ese proyecto" que has echado a andar, será Dios quien te defienda e intervenga a tu favor.

Segunda promesa: "Otra vez abriré caminos en el desierto, y ríos en la soledad" (Is 43,19). Dios todo lo irá permitiendo para tu bien, con el propósito de concederte una nueva y definitiva oportunidad que ya considerabas perdida, lo que pensabas que era tu final será la base de un nuevo comienzo.

Dios gobierna con su poder soberano todo lo relacionado con el proyecto que le has consagrado. Necesitas creer contra todo pronóstico desfavorable que su Poder soberano propiciará cambios asombrosos, radicales e inesperados que permitirán que las puertas que ahora se mantienen cerradas sean abiertas de par en par.

Si así Dios lo ha dicho, así lo hará. Lo que él promete, eso hace. Así que deja ya de anteponer esos criterios lógicos que tanto te hacen dudar, angustiarte y entristecerte, Dios hace más allá de lo que piensas o imaginas. Así es: "La diestra del Eterno Dios hace proezas" (Salmo 118,15)

Ante estas grandes promesas que has recibido providencialmente de parte de Dios, exclama ahora con firme convicción:

"El Eterno Dios conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre...    El Eterno Dios está conmigo entre los que me ayudan" (Salmo 118,6-7)

sábado, 29 de agosto de 2020

Cumplir con la voluntad de Dios

 


Cumplir con la voluntad de Dios, es reflejar con espontaneidad una vida apegada a las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo; es dar un giro radical de conducta.

Cumplir con la voluntad de Dios, es proceder con convicciones firmes en sus lineamientos, aun teniéndolo todo en contra.

Cumplir con la voluntad de Dios, es hacerlo todo por él para él.

"Lo que tengan que hacer, háganlo de corazón, como sirviendo al Señor". (Col. 3;23)

Cumplir con la voluntad de Dios, es buscar el bien del prójimo.

"Bienaventurado el que piensa en el pobre". (Salmo 41;1)

"Más bienaventurado es dar que recibir". (Hech 20; 35)

Dediquemos tiempo para reflexionar en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo; para pedirle que su Espíritu nos instruya y produzca en nuestro interior cambios radicales que nos impulsen a reflejarlas en medio de toda circunstancia.

Siempre que nos dispongamos a reflexionar en sus enseñanzas, nos recordará lo que en ese momento necesitamos reforzar y no descuidar.

Así nos lo confirma.

"Te instruiré, te señalaré el camino que debes seguir; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti". (Salmo 32,8)

martes, 18 de agosto de 2020

TIEMPO DE NACER Y DE MORIR.

 

TIEMPO DE NACER Y DE MORIR.

Así como tuvimos un principio en este mundo, de igual manera tendremos un final; se trata de una verdad que hemos de aceptar, es nuestra realidad como seres creados que somos.

Por muchos años que vivamos y gocemos de excelente salud, siempre llegará el momento de nuestra partida. No olvidemos que nuestra permanencia en este mundo es limitada.

"No sabéis como será vuestra vida mañana. Solo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece". (St 4,14)

No se sabe cuando llegaremos al final de nuestro camino terrenal, hemos de estar conscientes de ello y mantenernos preparados. Todo puede suceder de manera repentina...

DESPUÉS DEL TIEMPO DE MORIR...

Sin embargo, después del tiempo de morir, hay algo perdurable y definitivo reservado en las moradas eternas para los hijos de Dios.

"Y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni dolor, ni clamor; porque las primeras cosas pasaron". (Ap 21,4)

El tiempo de morir será entonces el tiempo de nacer a una nueva y definitiva vida otorgada por la Gracia de nuestro Señor Jesucristo.

"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues a preparar lugar para vosotros". (Jn 14, 1-2)

No sabemos cuanto camino por recorrer nos falta sobre este mundo; pero lo que sí sabemos es que cuando lleguemos al final, las puertas del Reino Eterno de Dios estarán abiertas de par en par para todos aquellos que creímos en él.

jueves, 13 de agosto de 2020

DIOS SE ANTICIPA A TÚ NECESIDAD

 

La ventaja de tener a un Dios Perfecto es que su misma perfección lo lleva a ser muy pero muy detallista. Esa característica nos debería llevar a sentirnos seguros frente a la necesidad, ya que Dios se anticipa siempre a la necesidad. Cuando hablo que Dios se anticipa a la necesidad, me refiero al hecho de que Dios tiene todo controlado y antes que aparezca la necesidad, Dios provee una solución. Por ejemplo, en la carta a los Corintios podemos leer: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” 1 Corintios 10:13 (RV1960).

En referencia a la tentación la Palabra de Dios nos dice que, junto con la tentación, Dios proveerá la salida. Eso habla de un Dios detallista que se anticipa a la necesidad de los suyos. En el principio de la creación, para ser más exactos en el día tercero de la creación antes de crear al hombre Dios creó árboles que daban fruto, la Biblia dice: “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día tercero.” Génesis 1:11-13 (RV1960).

¿Te das cuenta que antes de crear al hombre, Dios pensó en la forma de alimentarlo creando el fruto?, eso habla de un Dios que se anticipa a las necesidades de sus hijos. El hombre fue creado en el día sexto, sin embargo, nuestro Dios detallista pensó en la necesidad de alimento mucho antes creando de esta manera el árbol que da frutos. Un poco más adelante en la historia, Dios escogió a un hombre llamado Noé para una misión especial: construir un barco gigante (arca) que los guardaría de un diluvio universal. La Biblia dice: “Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto del mundo y recibió la justicia que viene por la fe.” Hebreos 11:7 (Nueva Traducción Viviente).

Dios se anticipó a la necesidad que en su momento Noé con su familia tendrían, Dios pensó en la forma de cómo salvarlos y la obediencia de Noé hizo que la idea de Dios fuera favorable a los suyos. A través de los tiempos hemos podido ver un sin número de casos en los que Dios siempre se anticipó a la necesidad de los suyos, y es que tenemos a un Dios que cuida de nosotros, la Biblia dice: “Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?” Mateo 6:26 (Nueva Traducción Viviente).

 No sé qué necesidad puedas estar pasando hoy en día, lo que sí sé y te puedo decir con completa convicción es que DIOS SIEMPRE SE ANTICIPA A LAS NECESIDADES DE SU PUEBLO.

Quizá te sientas solo en medio de esa crisis que puedas estar viviendo, sin embargo tienes que saber que Dios ya tenía planeado la forma de cómo iba a actuar en tu vida. Estoy seguro que en muchas ocasiones has visto como Dios te ha guardado, te ha cuidado, te ha provisto, te ha sanado, te ha fortalecido y esta vez no será la excepción, porque DIOS SE ANTICIPA A TÚ NECESIDAD.

No pienses que estas solo o sola en esto, Dios está contigo, Él tiene la forma de cómo sacarte de esta y lo hará, lo único que tienes que hacer es confiar, creer, pero sobre todo descansar en sus promesas. No hay nada que pueda vencerte, porque Dios es tu fortaleza, no hay nada que pueda derrotarte, porque Dios pelea por ti, no hay crisis que pueda dañarte, porque Dios se manifestara a tu vida como ese Dios Proveedor. Un Dios tan detallista siempre tiene un plan perfecto a seguir en tu vida, Él siempre sabrá cuál será tu necesidad antes que se presente y por esa razón tenemos que rendirnos a Él, depender de Él y sobre todo confiar en lo que ha de hacer, porque si de algo debes estar segura o seguro es que DIOS HARÁ ALGO EN ESA SITUACIÓN QUE ESTAS ATRAVESANDO.

¡Dios siempre se anticipa a tus necesidades!

miércoles, 12 de agosto de 2020

LA VIUDA Y EL ACEITE 2 REYES 4:1-7

Este relato se encuentra en 2 Reyes 4:1 al 7. Nos cuenta de una mujer viuda, de la familia de los profetas, que acude a Eliseo, el gran profeta, en busca de ayuda. Dice ella:” tu siervo, mi marido, ha muerto, y los acreedores quieren llevarse a dos de mis hijos como siervos.”

Eliseo no vacila en responderle. "¿Qué te haré yo? ¿Declárame que tienes en tu casa? Y ella dice: tu sierva nada tiene en casa, tan solo una vasija de aceite.”

¡Qué poco, ¿verdad? Como para no sentirse desalentada en semejante situación. Llena de deudas, sin alimentos ni carne, ni pan, ni trigo, tan solo una vasija de aceite.

A continuación, el profeta da una orden:” Ve, pide a tus vecinos, vasijas prestadas, vasijas vacías, no pocas. Luego enciérrate con tus hijos y llénalas de aceite”.

Ella obedece y encerrada en su pieza con sus hijos va llenando las vasijas vacías hasta que ya no queda ninguna, y recién entonces el aceite deja de fluir.

La mujer vuelve al profeta para contarle el milagro sucedido y allí Eliseo le aconseja: “Vende el aceite, paga a tus acreedores y con lo que queda vivan ustedes”.

¿Qué lecciones podemos sacar de esta hermosa historia contada en tan solo siete versículos? Varias, a no dudarlo y vamos a comenzar de a un versículo por vez.

1º: La mujer viuda se enfrenta a un grave problema, pero tiene una resolución sabia: va a contárselo a quien puede darle consejo y ayuda, es decir, a la persona indicada. 

Acá vemos una persona de fe: ¿Hacemos así nosotros? O, cuando tenemos una dificultad muy grande nos desahogamos con los vecinos o nos quejamos con nuestros compañeros de trabajo, dando la pobre impresión de que, a pesar de ser hijos de Dios, no tenemos a quien recurrir en busca de ayuda y nos limitamos a desparramar nuestro problema y a lamentarnos como lo hacen los demás?  No sería mas sabio refrenar nuestra lengua delante de los inconversos y tratar el problema con nuestros pastores o con algún consejero o hermano de la iglesia que pueda ayudarnos con su sabiduría?

Vers.2:la respuesta de Eliseo es terminante. “Yo no puedo solucionarte por mí sólo este problema. Fíjate que tienes en casa”.

Algo debe quedar en nuestro hogar de bendiciones que el Señor nos ha dado en el pasado. Y, además, Dios siempre está dispuesto a usar nuestros dones y capacidades para bendecirnos en un momento de necesidad. Cuando Moisés aducía su falta de habilidad para enfrentarse con Faraón, Jehová le dijo: ¿Qué tienes en la mano? Y de una simple vara de pastor salió el instrumento que pudo convencer al Faraón del poder delegado en Moisés.

Cuando el Señor Jesús dió de comer a mas de cinco mil personas, el alimento salió de los escasos cinco panes y dos peces que un muchachito puso en su manos.

Muchas veces buscamos soluciones mágicas cuando a nuestro alcance están los medios para comenzar a paliar nuestro problema.

Dios puede hacer lo que para nosotros es imposible utilizando lo poco posible que está al alcance de nuestra mano. Para la pobre viuda el aceite era, tal vez, tan sólo una pequeña tinaja en medio de su pobreza y desolación, pero Dios la transformó en una fuente inagotable de bendición.

Vers.3: ve y pide a tus vecinos vasijas prestadas, vasijas vacías, no pocas.

Acá vemos a una mujer de buen testimonio con sus vecinos. Si ella no se hubiera llevado bien con ellos, si hubiera sido peleadora, mala vecina, chismosa o insolente no se hubiera atrevido a hacer tal pedido. Sin embargo, ella y sus hijos van casa por casa y recogen vasijas en gran cantidad

También vemos a una mujer obediente: no discute con el profeta, (¿para qué traer vasijas si no hay aceite para llenarlas?) y obedece su palabra sin chistar.

Cuando el mismo Eliseo trató con Naamán para sanar su lepra y le ordenó bañarse por siete veces en el Jordán, éste, con orgullo, se resistió a la orden, creyendo que el profeta iría a hacer un gran milagro delante de sus ojos y por poco pierde su oportunidad de curarse.

La viuda, en cambio, accedió a un pedido que añadía una humillación más a las que ya estaba pasando.

Vers.4 y 5: entra luego, y enciérrate tú y tus hijos…y ellos le traían las vasijas, y ella echaba el aceite.

Hay toda una unión familiar que se hace evidente en el momento de crisis que vivieron la viuda y sus hijos. Los jóvenes, obedientemente, hacen todo lo que su madre les pide , sin cuestionarle nada.

Muchas veces estas mismas crisis dividen a las familias, ya que sus integrantes comienzan a culparse el uno al otro de la situación que les toca vivir, y no saben o no quieren, por egoísmo, enfrentar el grado de responsabilidad que le corresponde a cada uno. Acá, la familia unida, en completa intimidad, va realizando en conjunto y en perfecta armonía el trabajo que el profeta les ha encargado, contribuyendo así, con su fe, a que se produzca el milagro. 

Vers.6: Cuando se acabaron las vasijas, cesó el aceite.

Siempre los límites a la bendición de Dios los ponemos nosotros, no ÉL. A más vasijas, mas aceite se derramaba. A más fe, más entrega, más compromiso, más rendición de nuestra vida y de nuestro yo, más unción del Espíritu Santo vendrá sobre nosotros.

Si somos un canal por donde pueda fluir el aceite de Su Santo Espíritu, seremos como una vasija abierta que derramará la abundancia de su bendición sobre otras personas.

Vers.7: vino luego ella y le contó al varón de Dios.

¡Qué bueno es volver a los pies del Señor para agradecerle cuando recibimos bendición de Su mano! 

¡Qué bueno es volver para agradecerle al hermano que con bondad nos escuchó y aconsejó o nos prestó ayuda económica!

¿Y los nueve donde están, preguntó el Señor como un reproche por el desagradecimiento de los leprosos que EL había librado de su enfermedad.

Si algo debemos aprender en nuestra vida cristiana, es a ser agradecidos. Es fácil pedir en el momento de urgencia y olvidarlo luego. Es triste aprovecharnos de las bendiciones para luego darle la espalda al Señor al menor inconveniente.

Ya vemos: una pequeña, casi desconocida mujer y una gran, hermosa historia que ella nos ha dejado con su proceder. Que pueda servirnos de bendición y ejemplo para el vivir de cada día.


lunes, 10 de agosto de 2020

Obedecer a DIOS acarrea bendición

 


“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová.” Salmos 128:1-4 Reina-Valera 1960 (RVR1960).

 Una de las más grandes revelaciones en las Escrituras es aquella en la que nuestro Señor Jesucristo se refiere a DIOS como Abba (Marcos 14:36). El Todopoderoso es su Papito, al igual que de todo aquel que sea salvo por medio de Jesucristo. Una vez que el creyente es incorporado a la familia celestial su espíritu es vivificado y reconoce a DIOS como Abba Padre (Romanos 8:15). Le insta a obedecer al Padre a pesar de las circunstancias que le rodeen. ¿Y cómo no obedecer al Padre más amoroso que existe?

La obediencia a DIOS acarrea bendición, siendo que Él solamente quiere lo que es mejor para sus hijos. Muy a menudo los creyentes se aferran a no dejar pecados o hábitos los cuales están en contra de la voluntad de DIOS. No obstante, aquello a lo que se aferran está ocupando la nueva bendición que tiene Él para sus vidas. El SEÑOR necesita recipientes nuevos para derramar su bendición, no puede verter vino nuevo en odres viejos o dañados pues se perdería su bendición.

Todo aquel que obedece al SEÑOR será bendito, el temor de DIOS es un tesoro que trae bendición. Tener a DIOS en el primer lugar de nuestras vidas trae alegría al alma, y uno puede encontrar contentamiento en obedecer sus mandatos

Obedece al SEÑOR y encuentra solo en Él tu felicidad.

viernes, 7 de agosto de 2020

DIOS TE PRESERVA PARA SUS PROPÓSITOS

 El 

El Eterno Dios es el origen de todo lo que existe; formas parte de su creación, y con el enorme privilegio de haberte hecho a su imagen y semejanza.

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Génesis 1:1, 27

Dios NO te creó para propósitos temporales, sino para propósitos eternos; esa es la única razón por la que tú vives ahora.

¡Necesitas tener esa convicción!

“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Romanos 8:16-18

DIOS TE PRESERVA PARA SUS PROPÓSITOS.

Su presencia activa y constante te envuelve ahora, aunque por momentos te sientas a la deriva, como si fueras navegando a través de una furiosa tempestad oscura.

Necesitas tener la firme convicción que Dios no se olvida de ti, aunque tú así lo sientas ahora; nada de ti pasa desapercibido, y prueba de ello es la Palabra oportuna que recibes para el momento específico por el que atraviesas.

¡Dios te dice!

“Yo nunca me olvidaré de ti”. Isaías 49:15

Acabas de comprobar precisamente ahora, como te ha hablado directa y oportunamente; por eso, al recibir su Palabra, que tu interior se llene de la PAZ que sobrepasa todo entendimiento.

Puedes entonces decir ahora con plena convicción.

“Oh Eterno Dios, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos”. Salmo 139:1-2

¡DIOS TE PRESERVA PARA SUS PROPÓSITOS!

¡Nadie se lo impedirá!

martes, 4 de agosto de 2020

CONFÍA EN EL


Dios te librará de esas circunstancias que amenazan destruirte; y aunque en estos momentos las veas venir con fuerza, él te preservará en medio de ellas. Así te lo promete ahora...

"Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti" Isa 43,2

Así también estará de tu parte, aunque todos se hayan puesto de acuerdo para arremeter en tu contra.

REFÚGIATE EN DIOS

Confía en él.

"Confíen en el Señor, porque el Señor es la Roca Perpetua". Isa 26,4.

No pongas tu esperanza en lo que aparenta grandeza y firmeza.

"Es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los poderosos". Salmo 118,9

Dios es capaz de hacer más allá de lo que imaginas, aunque no veas ninguna solución favorable.

"La diestra del Señor hace proezas". Salmo 118,16

Aprende a ver su mano guiando todos tus acontecimientos con su Poder, y verás cómo sus procesos sincronizados te beneficiarán.

"Yo sé que puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado". Job 42,2

REFÚGIATE EN DIOS

Tendrás paz.

No se sabe que es lo que se viene, no se sabe qué pasará; pero la paz que Dios da, es independiente a toda circunstancia.

"La paz os dejo, les doy mi paz, y no como la da el mundo. No se inquieten, ni se acobarden”. Jn 14,27

Llena tus pensamientos con sus enseñanzas y promesas escritas en su bendita Palabra.

 "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado". Isa 26,3

Bendiciones


domingo, 2 de agosto de 2020

DIOS TE HA MOSTRADO SU REALIDAD


Dios te ha mostrado su realidad; te ha hecho comprender que no es fruto de la especulación humana, ni de la imaginación.

Dios te ha mostrado su realidad; la has admirado a través de la obra perfecta de su creación.

Dios te ha mostrado su realidad; la "has visto" presente y activa en cada circunstancia vivida a lo largo de tu historia personal.

Dios te ha mostrado su realidad; la "has escuchado" cuando te habla directa y oportunamente al reflexionar en su Palabra.

Dios te ha mostrado su realidad; has experimentado su perdón por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Dios te ha mostrado su realidad; has experimentado tu transformación por medio de la acción revitalizadora del Espíritu Santo.

DIOS TE HA MOSTRADO SU REALIDAD.

No olvides que su presencia real te envuelve en medio de los peligros constantes que te amenazan y te abre caminos donde no los hay.

No olvides que su presencia real escudriña todo tu ser, y escucha hasta el más profundo gemido desde tu interior.

DIOS TE HA MOSTRADO SU REALIDAD.

No tienes excusa para seguir alimentando la necia incredulidad que constantemente amenaza tu fe.

Para que no pierdas la noción de su presencia a tu alrededor y en tu interior, es necesario que cultives tu vida espiritual mediante la oración y la reflexión de su Palabra.

DIOS TE HA MOSTRADOSU REALIDAD.

Créele, Confía en él

Espera en sus promesas, Llénate de su paz


viernes, 31 de julio de 2020

UNA VIDA DE AMOR

La resurrección del Señor Jesús sigue siendo, y será eternamente, el hecho más importante de la humanidad y del Eterno Presente de Dios.

La resurrección del Señor Jesús sigue siendo, y será eternamente, el hecho más importante de la humanidad y del Eterno Presente de Dios.

Hoy podemos seguir escuchando su voz dándonos razones del por qué su importancia, e invitándonos a hacer lo mismo que Él – Jesús – hizo por nosotros, es decir, LLEVAR UNA VIDA DE AMOR.

Una vida de amor es una vida de entrega. No se evidencia solamente en nuestros más cercanos, se evidencia con toda la humanidad y con toda la creación.

Al llevar una vida de amor aceptamos el silencio y/o la expresión del otro aunque él y ella sean diferentes a la nuestra.

El amor se demuestra cuando respetamos el semáforo, la señal de tránsito, la vida, la reputación y la dignidad del otro.

Una vida de amor se evidencia en el padre y la madre que dedican su vida al cuidado de los hijos.

Una vida de amor se manifiesta cuando la gratitud de los hijos hacia los padres conlleva honra, actos y palabras.

Una vida de amor no responde con insultos aunque nos insulten, ni con amenazas cuando padecemos persecución.

Una vida de amor restaura al adversario, perdona al ofensor, corrige al inexperto, tolera al difícil.

Una vida de amor no puede evitar las discusiones en las relaciones de pareja, pero nos enseña que, quien ama una relación no permanece en la discusión.

Una vida de amor nos permite rechazar las conductas del otro sin que lo rechacemos a él, o dicho al contrario, nos permite aceptar a los demás, aunque no aceptemos sus conductas.

Una vida de amor es la mejor y única forma de imitar a Dios.


jueves, 30 de julio de 2020

AMOR QUE SANA




La cicatrización de las heridas es un proceso biológico mediante el cual se reparan los tejidos vivos, luego de una lesión. Cada herida es única en su tipo, pues depende de su gravedad, de la persona que la presenta, de su estado de salud y de sus hábitos de vida. El proceso de reparación comporta distintas fases, las cuales, dependiendo del tamaño de la herida, pueden durar más de un año. No obstante, hay heridas las que no se les puede determinar cuándo sanarán o si alguna vez cerrarán. Las heridas que se ven a simple vista corresponden mayormente a lesiones del tejido epitelial; y es normal las atendamos urgentemente, ya que cualquier descuido podría producir una infección aún mayor.

Sin embargo, hay heridas que, debiendo ser atendidas inmediatamente, quedan expuestas, abiertas y sin cuidado; por lo que hieden y supuran constantemente, a veces, a través de los años. Muchas de ellas no son apreciadas a simple vista, pues se encuentran en lo profundo de nuestro ser; y aunque algunas han sido causadas por nuestros semejantes, las más complejas han sido causadas por nosotros mismos al cometer errores y pecados que destruyen nuestra estima y dignidad. El ser humano sufre constantemente por el dolor producido por estas heridas. Dice el profeta Isaías: «Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas ni vendadas ni suavizadas con aceite» (Isaías l:6).

Jesús, en su infinito amor, vio esas heridas en el corazón de las personas. Antes de atender la enfermedad física socorría la enfermedad espiritual producida por el pecado, diciendo: «Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados» (Mateo 9:2). La Biblia presenta esta sanidad como la más necesaria y urgente de todas. El remedio que ha provisto el cielo está accesible y es potente para curar hasta la más profunda de esas heridas. La sanidad de nuestros pecados puede ser posible gracias al sacrificio del inmaculado Hijo de Dios. Dice la Escritura: «Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados» (Isaías 53:5).

Cristo vino a sanar las heridas que el pecado dejó en el corazón. Con indecible amor, también a ti van dirigidas las amantes palabras: «Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados». El remedio ha sido provisto. ¿Todavía no lo crees? Pues ¡mira la cruz! Su amor libra al alma de culpa y confiere vida y salud. Bendiciones


martes, 28 de julio de 2020

Enojado con Dios


¿Alguna vez te has enojado con Dios? Cuando escucho a Jeremías, eso es lo que escucho: ira. Él dice: “Tú, Señor, me sedujiste, y yo me dejé seducir. Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. Todos los días se me ofende; todo el mundo se burla de mí. Cada vez que hablo, levanto la voz y grito «¡Violencia! ¡Destrucción!». No hay día, Señor, en que tu palabra no sea para mí motivo de afrenta y de escarnio. Me había propuesto no pensar más en ti, ni hablar más en tu nombre, ¡pero en mi corazón se prendía un fuego ardiente que me calaba hasta los huesos! Traté de soportarlo, pero no pude. Jeremías 20:7-9”. Esas son palabras fuertes, y puedo ver por qué. Jeremías ha estado sirviendo como profeta del Señor por bastante tiempo, ¿y qué recompensa ha tenido por ello? Burla, traición y odio, incluso de sus amigos más cercanos. Eso no era lo que Jeremías esperaba.

Sabes a qué me refiero, tú lo has vivido. Estás tratando de servir al Señor y vivir como cristiano, y de repente te encuentras inmerso en un desastre. Alguien que amas se enferma gravemente y debes hacerte cargo de su cuidado te quedas sin trabajo y todos tus planes se desmoronan un hijo o un hermano se sale de los rieles y tienes que ir al rescate. Nada de esto era parte de tu plan. ¿Por qué Dios permitiría que sucedieran esas cosas?

Jeremías no recibe una respuesta; después de todo, Dios es Dios y hace lo que quiere. Como dice Jeremías: “Fuiste más fuerte que yo, y me venciste”. Entonces se enoja. Pero hay más. Mira lo que dice a continuación: “Pero tú, Señor, estás conmigo como un poderoso guerrero en tus manos he puesto mi causa Canten salmos al Señor ¡Cántenle alabanzas! ¡El Señor es quien libra al pobre de morir a manos de los malignos!” (Jeremías 20:11,12,13).

Disgustado como está, Jeremías todavía se apoya en el Señor en busca de fuerza. Todavía confía en Él, lo ama, lo sigue y espera ayuda y salvación de él. Nosotros podemos hacer lo mismo, incluso en medio de nuestros problemas. Podemos clamar al Señor y saber que Él nos escucha, incluso cuando estamos enojados o cuando el nivel de estrés en nuestras vidas está al máximo. Podemos hacer esto porque sabemos que el Señor es completamente confiable y que no nos olvidará, sino que nos escuchará y ayudará.

Después de todo, Jesús es Aquel de quien el Espíritu Santo dijo: “Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados” (Isaías 54: 4-5). El Dios que sufrió y murió por nosotros en una cruz es el mismo Dios que resucitó de los muertos y que nos llevará con Él a través del sufrimiento a la vida eterna. 

Bendiciones


lunes, 27 de julio de 2020

SER PACIENTES Y SABER ESPERAR



No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. (hebreos 10:35,36)

La mayoría de nosotros tenemos una idea distorsionada acerca de la paciencia. Pensamos que es algo que nos ayudará a sufrir el fracaso con abnegación, pero según estos versículos, la paciencia nos pondrá en el camino al éxito.

La paciencia, o la constancia, es el poder gemelo de la fe. Ambas trabajan para que las promesas de Dios se cumplan en su vida. Por ejemplo, digamos que usted necesita trabajo. Entonces abre la Palabra y ahí puede ver que Dios promete suplir lo que necesita y que Él se deleita en la prosperidad de sus siervos. Una vez que se da cuenta de esas verdades, la fe cobra fuerza y usted exclama: “Aleluya, tengo el trabajo que necesito”.

Pero ¿qué sucede con esa fe si mañana usted va a tres entrevistas de trabajo pero no tiene éxito con ninguna? ¿Entonces qué? Pues, entonces es cuando la paciencia tiene que entrar en acción y usted tiene que tomar la decisión de ser constante y de actuar como si nada hubiera cambiado.

La verdad es que, si usted puso su confianza en la Palabra de Dios, nada ha cambiado; lo que la Palabra dijo ayer lo dice igualmente hoy. la fe abre le la puerta a la promesa de Dios y la paciencia la mantiene abierta hasta que esa promesa se cumpla.

¿Tiene su mira de fe puesta en alguna promesa de Dios, alguna promesa que ha estado esperando por algún tiempo? No deje que la demora lo desaliente. Ponga la paciencia en acción. La Palabra garantiza que usted recibirá su recompensa.

Bendiciones


sábado, 25 de julio de 2020

¿Porque debemos poner nuestra confianza en Dios?


¿Cuál es el mayor problema que tenemos los cristianos? Que hablamos muchísimo de Dios, pero no lo conocemos. En nuestro criterio, Dios es conforme lo imaginamos, de acuerdo con nuestra propia perspectiva. Y ahí está el error. El Señor en el que creemos es muy distinto del real, el Dios de poder que transforma, hace milagros y cambia las circunstancias.

Recuerde lo que enseñan las Escrituras: “Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación.” (Salmo 100:5. Nueva Traducción Viviente)

¿Qué debe mediar? La revelación del Señor. Dios debe revelarse a nuestra vida. ¿Y cómo lo logramos? Mediante intimidad con Él. ¿La oración y el estudio sistemático de las Escrituras es un camino apropiado para conocerle como realmente Él es?

Cuando le conocemos en Su plenitud, podemos confiar en Él. Comparto con usted cinco razones para confiar en Dios que nos enseña el reverendo Charles Stanley:

Basándonos en el carácter de Dios, ¿de qué podemos estar seguros?

I-                   Dios nos impartirá su misericordia. Al enviar a su Hijo a morir en nuestro lugar, el Padre celestial demuestra su amor por nosotros (Salmo 100:5; 1 Juan 4:10).

I-                  El Señor nos ayudará a hacer lo que Él requiera de nosotros. Nos dará no solo la sabiduría espiritual para que podamos realizar las tareas que nos ha asignado, sino también el poder para llevarlas a cabo (hebreos 13.21).

I-                  Dios pondrá un límite a las tentaciones y a las presiones que permite en nuestra vida. Como artesano de nuestras vidas, Él sabe cómo moldearnos a la imagen del Señor Jesús (2 Corintios 4.8).

I-                  Dios nos fortalecerá y protegerá para que no tengamos que claudicar o rendirnos. Aunque somos débiles, Él sabe cuán fuertes podemos ser cuando su poder está en nosotros (1 Corintios 10.13).

I-                  Nuestro Padre celestial perdonará nuestros pecados. Él está listo para recibir nuestra confesión, perdonarnos y limpiarnos de toda maldad cada vez que acudamos a Él (1 Juan 1.9).

Además de estas bendiciones durante el tiempo que vivamos en este mundo, tenemos también bendiciones futuras de las que podemos estar seguros. Podemos tener la confianza de que la vida no termina cuando nuestro cuerpo terrenal muere (2 Corintios 5.8); que viviremos en el cielo para siempre; y que Jesucristo volverá un día.

La vida tiene, sin duda, experiencias dolorosas (Juan 16.33). Pero cuando los problemas nos opriman, pensemos en todas las razones por las que podemos depender de Dios.