Un conocido líder apostólico tenía una frase que usaba con mucha frecuencia. El decía: la vida nos da plaza y nos desplaza. He tratado de interpretar lo que él quería decir.
El pastorado nos da plaza y nos desplaza. Lo que el trataba de decir era que el trabajo pastoral tiene su principio y también su fin.
De la misma manera en que la naturaleza se mueve alrededor de cuatro etapas: primavera, verano, otoño e invierno, también la carrera del pastor atraviesa por diferentes fases. las diferentes etapas del ministerio del pastor.
1. La primavera del pastorado
2. El verano del pastorado
3. El otoño del pastorado
4. El invierno del pastorado
I. LA PRIMAVERA DEL PASTORADO
A. Comienza cuando el pastor es llamado a ocuparse de una iglesia. Así como la creación se pinta de verde en esta estación. El pastor principiante está aún verde pero muy entusiasmado.
B. El pastor novato aporta mucha energía pero poca experiencia. Trata de compensar su noviciado complaciendo a todo mundo.
II. EL VERANO DEL PASTORADO
A. Las altas temperaturas del verano tienden a derretir las cosas. Como que el entusiasmo del llamamiento al pastorado comienza a derretirse por causa del clima.
B. Todo esto sucede en los primeros cinco años del pastorado. Las desilusiones y decepciones del trabajo, le ayudan a desarrollar habilidades para relacionarse con la gente y para su propio crecimiento espiritua.
III. EL OTOÑO DEL PASTORADO
A. Por haber resistido a los embates de las estaciones anteriores, el pastor llega a esta etapa con más seguridad de si mismo.
B. La etapa del otoño es vital para el futuro del pastor. Comienza a pensar en que ya se encuentra cerca del retiro y tiene que prepararse por que el término de su carrera está ya a la vuelta de la esquina.
IV. EL INVIERNO DEL PASTORADO
A. Quizá llegó a esta estación con sesenta o más años a cuestas. Aquí sucede lo contrario de la primera etapa, ya no tiene la energía pero tiene la experiencia.
B. Hay tiempo para todo dijo el sabio Salomón. Hay tiempo para dar comienzo a la carrera y hay tiempo para llegar a la meta. Bienaventurado el pastor que como Pablo pueda decir al retirarse del pastorado: Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mi mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús (Hec. 20:24)
"El comienzo de la carrera pastoral es muy emocionante, pero todos sabemos que lo que importa no es comenzar una carrera. Lo más importante es terminar y terminar bien. Déjese llevar por Dios en todo la ruta del pastorado. Cruce las diferentes etapas, no desmaye y termine bien".
PASTOR MANUEL RODRIGUEZ G
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