domingo, 22 de noviembre de 2009

"Tus Sueños"



Cuántas veces nos encontramos persiguiendo sueños... ¿Verdad?

Ya me olvidé cuánto tiempo hace que estoy persiguiendo sueños, tal vez más tiempo que el que quisiera. Pero en algunas oportunidades recuerdo a perseguidores de sueños que la Biblia menciona, no eran personas extraordinarias, aunque lograron cosas extraordinarias, Abraham, Moisés, Josué, David, Ana, Daniel, Jacob, y la lista sigue y sigue...
Hombres o mujeres comunes con ansias de alcanzar sueños extraordinarios.
Personas que en un momento de sus vidas comenzaron a vivir sus sueños más que sus realidades y que fueron capaces de capturarlos en el mundo de lo imposible y hacerlos reales en el mundo de lo posible.
Personas que no se detuvieron en los primeros obstáculos y que a pesar de todo se sostuvieron como viendo al o a lo invisible.

¿Sabes? Durante mucho tiempo solo tuve sueños, y muchas veces trataron de robármelos o hacerme creer que eran sólo eso, nada más que sueños.
Trataron de hacerme entender “la realidad” o como me decían: “Hacerme poner los pies sobre la tierra”, hasta que un día me di cuenta que la tierra a la que se referían no era otra que las sendas del fracaso que ya muchos habían transitado, que la realidad a la que se referían era simplemente el hecho de aceptar la imposibilidad de cambio, y el mundo de lo posible que me sugerían era tan limitado que no había en él lugar para ningún sueño por más pequeño que fuera.

Aunque no lo creas casi me deje engañar por las razones y en un momento me vi rodeado de la mortandad de la costumbre tanto, que su olor fétido casi me contagia, pero de pronto, de lo más profundo de mi interior, del lugar donde está el punto de contacto, de donde mana la vida, un grito desesperado me hizo reaccionar, y casi en un instante todo mi ser se sacudió de las razones y realidades que casi tapan las ranuras de ventilación del aire fresco de los sueños. Y ¿sabes? Empecé a soñar de nuevo.

Soñé con un Dios real y conciente de mí, que era Padre y Amigo, y soñé con que es posible infectar de vida a otros, y soñé con que la iglesia no es una estructura más del mundo sino que el mundo entero puede ser un altar de adoración.
Soñé con jóvenes felices y cristianos, y soñé con que se puede crecer y multiplicarse sin dejar de ser un buscador de la intimidad con Dios. Soñé con que se puede amar más allá de las denominaciones, y soñé con que llegué al cielo y era Él quien me soplaba los sueños.
También soñé que me podía reír y no era pecado... y jugar y no era perder el tiempo... y soñé con que podía soñar y lograr que dejara de ser tan solo un sueño...

¿No quieres que soñemos juntos?
PASTOR MANUEL RODRIGUEZ G

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