No es casualidad que Dios haya permitido que tú estés en medio de estas situaciones áridas, peligrosas y limitadas. El, precisamente te tiene así, para que aprendas a creerle a pesar de todo.
Dios quiere que tengas convicciones firmes, y esto únicamente se logra en la adversidad.
Es fácil creer cuando todo es favorable, pero no, cuando se tiene el viento en contra. Así como ahora mismo...
Necesitas romper las cadenas de la incredulidad
Mientras no lo hagas, no saldrás del “desierto”.
Saldrás hasta que dejes de confesar miedo, derrota y frustración. Recuerda que lo que declares con tu boca, así será.
Precisamente en estos momentos, en que no ves nada favorable, es cuando necesitas creerle a Dios y serle fiel aunque todo lo veas al revés.
Aunque veas que todos los problemas ya te encerraron totalmente, tú vas a declarar que se resolverán a tu favor.
Si te fijas, has estado llevando a cabo acciones desesperadas que no han dado resultado. Ha sido en vano. Esos consejos humanos, no te sirvieron para nada, pues ya viste que en peor condición te dejaron.
Toma ante todo el consejo que te da la Palabra de Dios:
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas todas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, CON ACCION DE GRACIAS; y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
La verdad es que no es difícil pedirle a Dios en oración y ruego; pero si lo es, en darle las gracias por situaciones inexplicables e “injustas” que llegan a nuestra vida.
Dale las gracias a Dios, pues él sabe la razón por la que te ha permitido este “desierto” interminable.
El sabe que tratamiento aplicarte, pues te conoce perfectamente.
Además de clamar, no debes quedarte en inactividad, sino que necesitas esforzarte en los retos que Dios te ha puesto por delante; aun a pesar de los obstáculos enormes que día a día encuentras en tus caminos.
Tú sabes perfectamente que es lo que Dios te ha ordenado hacer a pesar de todos los obstáculos. En el camino te irá proveyendo lo que necesites y dándote las indicaciones pertinentes.
Haz lo que te corresponde cada día, dando lo mejor de ti, pero no te afanes por lo que aun no ha llegado.
Recuerda aquellas palabras tan sabias de nuestro Señor Jesucristo:
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mateo 6:34
Vive un día a la vez, sin temor a avanzar, aunque las “aguas turbulentas” las tengas frente a ti.
Lee EXODO 14, y aplica todas las lecciones que encuentres en su lectura.
Nuevamente Dios te ha recordado que su presencia poderosa está en medio de tu situación insoportable; y que además, te abrirá caminos amplios en medio de cualquier condición.
Mucho cuidado con la continua tendencia que has tenido de renegar, dudar, temer y desobedecer a lo largo de este tiempo; lo que viene a ser clara evidencia que aun no le crees a Dios.
CREE ahora mismo, que Dios es capaz de romper repentinamente toda rutina insoportable que haya durado años enteros.
Dios es capaz, para que en los próximos segundos u horas, todo cambie radicalmente a tu favor.
¿Lo crees de verdad?
Así será.
Las acciones de Dios a favor de sus hijos, son impredecibles e inexplicables.
Tú no sabes que puede suceder mañana, y con dicho acontecimiento, las cosas cambien radicalmente a tu favor.
Recuerda...
No te afanes por lo que aun no ha llegado, cuando ni siquiera ha terminado el día presente.
Vive hoy dando lo mejor de ti, pero con la mirada puesta en la meta final.
Rompe con las cadenas de la incredulidad y declara que esta palabra será una realidad en ti.