"Por esta causa las
aguas han sido detenidas,y faltó la lluvia tardía" (Jeremías 3:3)
Cuando hablamos de sequía nos referimos a una anomalía
transitoria en que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de los
requerimientos estadísticos de un área geográfica dada. (Esto es en el aspecto
de la naturaleza).
En el área espiritual esta situación o estado es también
pasajera y se manifiesta de la siguiente manera:
Hay una apatía y cierta insensibilidad a las cosas de Dios,
es decir, la indiferencia toca el corazón y se comienza a decir: .- "allí
está fulano, que él lo haga" comienza un alejamiento del lugar donde Dios
te puso para que funcionarás.
La oración pierde el fervor, se vuelve rutinaria y sientes
que no pasa del techo de la casa y entonces llega la frustración, el desgano,
el cansancio para comunicarte con Dios.
La sequía espiritual se combate cuando tomamos la
determinación de saturarnos del AGUA VIVA y REVITALIZADORA