DIOS NO MIENTE.

¡Descansa en él!

“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”. Números 23:19.

Dios dará la orden para que “eso” que consideras irrealizable se vuelva factible. Pon mucha atención... Todo te lo pondrá en el momento exacto y en el lugar correcto.     

¡Cree que así será!

Comprende ahora que tu vida no está bajo los “azares del destino” aunque así la percibas; tu vida está desarrollándose bajo el poder sobrenatural, transformador y soberano de Dios.

POR ESO.

Créele a Dios contra todo pronóstico.

Tu vida no está sujeta a los vientos caprichosos de las circunstancias, ni a las decisiones de otras personas, ni a las estrategias de maldad de los que tu mal procuran, ni a las acciones inminentes en tu contra.

¡No temas a las amenazas!

¡No temas a los “gigantes”!

¡No temas a las intimidaciones!

¡No temas a los eventos repentinos!

¡No temas a los “sin sentidos” de la vida!

Estás está bajo el control del Dios Creador y Gobernador del universo, a pesar de no comprender sus insondables procesos; a él le perteneces desde siempre y para siempre.

Todo intento en tu contra, por muy elaborado y fuerte que parezca, no funcionará...

¡No te detengas!

Después de haber OÍDO a Dios, ahora sabes que la única fuente de toda VERDAD, es su Palabra Revelada.

No hay más.

Se trata de la Palabra del mismo Dios ETERNO, quien es la CAUSA y SUSTENTO de todo cuanto existe.

Ahora sabes plenamente que no hay ningún otro medio garantizado, que te ofrezca palabras y promesas fidedignas de cumplirse, cuando tu las has vivido por cuenta propia.

Nadie puede argumentarte lo contrario por mucho que se lo proponga.

Tú has visto como Dios te ha mostrado muchas verdades que no conocías.

Todo será en el tiempo de Dios.

Confía que en SU tiempo te pondrá en el lugar donde te lo prometió.

En ningún momento se ha olvidado de lo que te dijo, al contrario siempre lo tiene presente.

Por eso, no te desesperes al ver las puertas aun cerradas.

No te desesperes tomando acciones que desde un principio tu sabes que no te convienen; aunque se te presenten como grandes oportunidades y todos te sugieran proceder de esa manera, NO LO HAGAS; pues esto agravaría las cosas aun mucho mas, aunque en ese momento se te presente como una solución inmediata.

Es mejor que te esperes.

Es necesario que hagas las cosas de acuerdo a los parámetros de Dios, y si él te ha dicho que te esperes, entonces hazlo así.