Dios ya tiene prevista tu defensa; él está sobre
todos los que falsamente te acusan y te juzgan sin piedad.
¡Él te lo promete ahora!
¡Créele!
“Tu pleito yo lo defenderé”. Isaías 49:25
Descansa en la defensa que Dios hará a tu favor;
nadie podrá contra él, aunque todos te acusen falsamente con argumentos
“convincentes”.
¡Que su paz te gobierne!
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 14:27
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te
he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta
lo último de la tierra”. Hechos 13:47.
Eres consciente que en el pasado tomaste muchas
decisiones que no eran las correctas; y que si bien es cierto, Dios te perdonó
por ellas, las consecuencias quedaron.
Ahora han pasado muchos años, y con ellos, los
resultados de una vida insoportable.
Sientes como que si pesadas cadenas y fuertes
cepos te han confinado en un oscuro calabozo del que te resulta imposible
salir; te sientes como los israelitas cautivos en Babilonia, en una tierra
extraña y de sufrimiento.
¡Qué caro resulta el pago de la desobediencia!
¡Cuánto dolor!
¡Cuánta soledad!
¡Cuánta frustración!
Al igual que el salmista, brotan continuamente de
tu corazón las siguientes palabras.
“Me he consumido a fuerza de gemir; todas las
noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas”. Salmo 6:6
“Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?. Salmo 42:3
¿TE QUEDARÁS ASÍ PARA SIEMPRE?
¡No!
Dios te librará y te salvará de tu cautiverio, del
mismo que elegiste y buscaste neciamente; lo hará por su misericordia.
¡Intervendrá en tu caso en el tiempo exacto!
Regresarás al “estado inicial” que Dios eligió y
planificó para ti, y del que tú huiste consciente mente.
¡Dios te pondrá en su plan original!
¡Alábale por lo que hará contigo!
¡Que su paz te gobierne!
No temas ni te angusties por lo que suceda a tu
alrededor.
De repente vendrán circunstancias que cambiarán
radicalmente tu condición; de hecho, ya estás en “ese proceso” diseñado
precisamente a tu medida; un proceso original, único e irrepetible.
¡Un proceso diseñado para ti!
Aunque estés en el “calabozo” de más adentro, Dios
te librará y te salvará; hará de ti el árbol productivo que siempre debiste
haber sido.
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os
elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro
fruto permanezca”. Juan 15:6
¡Créelo!
“El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona
de favores y misericordias”. Salmo 103:4
Pastor M.Rodriguez
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