domingo, 10 de enero de 2010

"Soy yo un obstáculo"




Mire el llamado de Moisés. Dios lo llamó para ser el líder de los israelitas y sacarlos de Egipto. ¿Cuál fue el mayor obstáculo del llamado de Moisés? ¿Sería Egipto, el faraón, los israelitas o falta de dirección? Nada de esto, el mayor obstáculo era el mismo Moisés. Él respondió: "Yo no soy elocuente. Yo soy tartamudo”. Da la impresión de ser una persona humilde, pero Dios le dijo: “Espera un minuto. Olvídate de ti y quita el yo fuera del camino. No se trata de ti; se trata de mí". Yo estoy parafraseando, pero eso fue lo que Dios le dio a entender.

Eso mismo sucede con cada uno de nosotros. El mayor obstáculo para su llamado es usted mismo. Puede que no haya aún contestado a ese llamado o que Dios le haya hecho un llamado y usted se haya ido por otro camino. Sea lo que sea, sepa que no hay nada que pueda detener su llamado excepto usted mismo. Usted está en compañía de Moisés, Jeremías, Isaías y Pedro. Todos ellos fueron grandes obstáculos para sus propios llamados. Estas son buenas nuevas, porque todos ellos terminaron apartándose de obstaculizar el camino y respondieron al llamado apoyándose en Dios. Usted puede hacer lo mismo. Haga lo que tenga que hacer. Comience a andar conforme al alto llamado que Dios le ha dado, porque si es cierto que puede ser el mayor obstáculo para su llamado, pero también puede ser la mayor bendición.

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