Piensa bien en lo que vas hablar, responder y hacer.
Evalúa ante todo, si va amoldado con los lineamientos que Dios ha definido en su Palabra, y si hay algo que no está bien, entonces desiste con firmeza.
No lamentes hacerlo.
Por ejemplo:
Entenderás que si tienes a tu alrededor personas que NO te convienen, te será necesario alejarte de ellas, pues te serán obstáculo para el cumplimiento de los propósitos de Dios en tu vida. Lo harás aunque todos se sorprendan, te cuestionen y se pongan en tu contra.
Necesitas tener mucha prudencia...
Para ello, acude al Señor pidiéndole que te dé el discernimiento necesario para que sepas que hacer y cómo proceder.
Actúa en base a lo que Dios te muestre y no en base a las presiones externas y conveniencias personales.
Respeta los límites que Dios te ha señalado; si no lo haces recuerda que salirse de ellos te traerá lamentables consecuencias.
SE PRUDENTE...
0 comentarios:
Publicar un comentario