Dios le hizo a Jacob la siguiente promesa
“Yo estoy contigo, y te guardaré por donde quiera que
fueres, y volveré a traerte a esta tierra, porque no te dejaré hasta que haya
hecho lo que te he dicho”
Ahora, cuando el tiempo ha pasado vemos que la promesa se
cumplió en Jacob a pesar de no merecerlo, además de tener todas las
circunstancias en su contra.
Lo anterior nos deja una clara lección, y es que Dios
siempre cumple sus promesas a pesar que no lo merecemos y tenerlo todo “cuesta
arriba”.
Dios no te miente, él te cumplirá sus promesas.
Si aplicas la promesa anterior a tu vida, debes de creer lo
siguiente:
Dios te envuelve con su presencia ahora y todos los días de
tu vida.
Pídele que abra tus ojos para que puedas “ver” su presencia
y acción soberana en medio de todos tus acontecimientos. Que no pase
inadvertida en medio de ellos, especialmente ahora.
No te centres en lo aparente, mira mas allá de lo que ves.
Pídele a Dios que te de la capacidad de discernir lo que te
ha querido decir en estos días recientes; con esto te está demostrando que sí
está pendiente de ti.
Dios te guardará por donde quiera que vayas.
Sus ángeles te asistirán en cada jornada de tu camino,
proveyendo todo cuanto necesites. Justamente en estos momentos su acción a tu
favor es una realidad.
En medio de amenazas, peligros y ataques directos, siempre
te protegerá.
Dios te llevará al lugar donde siempre debiste haber estado.
Las situaciones repentinas de tu vida, ya fueron previstas
por él, en ellas hay sabios y grandes propósitos.
La “tempestad” que enfrentas ahora, no te desviará del rumbo
que Dios ha determinado para ti.
Al final, después de todo, llegarás.
Dios cumplirá sus grandes propósitos en tu vida.
Al final testificarás de la gracia, misericordia, poder y
soberanía del Dios Vivo sobre tu persona.
Entenderás porque fue necesario pasar por estos áridos
desiertos y furiosas tempestades; y a la vez para que consueles y animes a
aquellas personas que vienen atrás de ti. Después lo entenderás...
Promesas oportunas...
consoladoras... y ciertas...
Ahora has comprendido que Dios te ha hablado en el momento
justo y preciso...
Que sus promesas queden grabadas en tu interior, aunque las
condiciones presentes sean imposibles y difíciles.
Ten paz...
Los Pastores Manuel y Marina
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