viernes, 20 de junio de 2014

“Porque nada hay imposible para Dios”


“Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará? Isaías 43:13.
Lo que Dios tiene preparado para ti, nadie podrá quitártelo.  Te dará lo que siempre te perteneció y te pondrá donde siempre debiste haber estado. Dios cumplirá su pacto en ti, aunque el tiempo haya pasado y sea en demasiado tarde. El ya decidió que así será, a pesar que ahora todo lo tienes en contra. Ahora lo consideras increíble e imposible, pero no es así. Mira lo que te dice ahora: Grábate bien estas palabras: Nadie será capaz de estorbarle. No mires las circunstancias, no mires tus limitaciones diversas, mira a Dios como el Todopoderoso y Eterno, para quien nada es imposible: “Porque nada hay imposible para Dios” Lucas 1:37.  Que esta verdad fundamental sea tu punto de partida, y créele contra todo pronóstico descansando en su poder sobrenatural: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”. Efesios 3:20; sin embargo, es necesario crear las condiciones para que abras las puertas de las bendiciones que Dios ha preparado para ti desde siempre. De ti depende que las recibas. Se trata de creerle y obedecerle. Si no le crees a Dios y le obedeces, las bendiciones que esperas no vendrán a ti...
La incredulidad y la desobediencia deliberada a la voz de Dios, lejos de atraer consecuencias de bendición, trae una vida desgraciada. La Palabra de Dios es clara al respecto. En cuanto a la incredulidad: “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo”. Hebreos 3:7-12. En cuanto a la desobediencia: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”. Hebreos 10: 26-31.
La fe y la obediencia son las llaves de las bendiciones que Dios ha preparado para ti desde toda la eternidad.
Créele y obedécele a Dios, y verás como las consecuencias de bendición comienzan a cernirse en medio de todos tus acontecimientos diarios.
Nadie impedirá que lo que te pertenece llegue a tus manos...
Nadie impedirá que llegues y permanezcas donde debes de estar...
No habrá gigante que lo impida.
Aun en medio de las circunstancias difíciles y peligrosas que te rodeen, gozarás de las bendiciones incondicionales de Dios, quien irá siempre delante de ti abriéndote caminos intransitables para darte esos tesoros escondidos preparados para ti. Aplica para ti esta promesa: “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”. Isaías 45: 2-3.
Tu actitud antes las bendiciones que recibas de Dios.

Ten en cuenta, que todo cuanto recibas de Dios en esta tierra, es de carácter temporal; por lo tanto, no debes de aferrarte a ellas ni idolatrarlas como que si fueran la única razón por que vives. Tu estancia sobre la tierra es de carácter temporal, aquí únicamente vas de paso. Que las bendiciones que recibas no te hagan perder la noción de tu misión y de tu destino eterno; son para que al hacer uso de ellas sean a la vez de bendición y edificación para las personas que te rodean.

los Pastores Manuel y Marina 

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