martes, 18 de enero de 2011



Hoy quiero hablarte de las pruebas, que todos pasamos en varios momentos.

Cuando una prueba se va viene otra, por eso Pedro nos dice: "Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo." 1 Pedro 4:12-13 (Nueva Versión Internacional)

Y Santiago nos da el motivo de que esto suceda: "Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada." Santiago 1:2-4 (NVI)

Es decir que debes alegrarte porque a la prueba debes mirarla como una oportunidad para vencer y crecer!

Además Santiago nos dice: "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento." Santiago 1:5-6 (NVI) Es decir que Dios también nos da las herramientas para pasar esa prueba. Dios jamás nos pediría que hiciéramos algo que no podamos hacer.

"Pues este justo (Lot), que convivía con ellos y amaba el bien, día tras día sentía que se le despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía. Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere." 2 Pedro 2:8-10 (NVI)

Amigo, el SEÑOR te dice: "Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos." Salmos 32.8

"El ojo de Jehová está sobre los que lo temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte y para darles vida en tiempo de hambre." Salmos 33.18-19

Si tienes temor de Dios puedes confiar en que Él esta mirándote, así como un padre mira a su hijo para velar por su protección. Aunque tu no sepas hacia donde estas caminando, Dios sí lo sabe y puedes confiar en que si vas por un lugar peligroso, Él te llamará la atención para protegerte.

El temor a Dios nos lleva a cumplir con la ley, con respecto a esto Santiago nos dice: "Quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla." Santiago 1.25

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