En libro de Génesis, está escrito que el hombre dejará a su padre y a su madre, se unirá a una mujer, y los dos formarán una sola carne. Pablo revela otro aspecto de esta verdad. En Efesios dice: “Por esta causa un hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y los dos formarán una sola carne.” Aquí se trata del Mesías. Me refiero al misterio del Mesías y de la Iglesia.
Este asunto es muy profundo. Si se trata del Mesías, entonces esto significa que Él lo dejó todo. Él no tenía madre, pero dejó a Su Padre, a Dios. Él dejó el cielo y bajó a la tierra. Dejó la comunión con el Su Padre para ser crucificado en la cruz. Las escrituras dicen que el hombre se unirá a su esposa. Así que el Mesías se unió Él mismo a la cruz por nosotros. Dejó a Dios para unirse a nosotros, en pecado, en la cruz. ¡Qué maravilla! Se separó Él mismo de todo. Así que ahora, Dios le está pidiendo a usted que se separe de cualquier tesoro, gozo, costumbre, pecado, ídolo o lo que sea. Si Dios le pide que lo deje, ¡déjelo! Suéltelo, porque así es que usted se podrá unir a Él. Él lo dejó todo para unirse a usted, para entrar en su vida y salvarlo. El Novio dejó su hogar y Su Padre, para venir y ser uno con usted. Ahora, usted, como la novia, no puede hacer menos.
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