lunes, 6 de abril de 2009

Sidrac, Misac y Abdenago




Al leer el capítulo 3 del libro de Daniel, encontramos que tres hombres: Sidrac, Misac y Abdenago, fueron echados al horno ardiente. Ellos no claudicaron en la oración y alabaron a Dios, a pesar de estar en el horno ardiente, como consecuencia de ello Dios envió un ángel, el cual aparto la llama del horno, el ángel hizo que soplara una suave brisa en el horno, lo suficiente para que el fuego no los tocara ni les causara dolor ni sufrimiento. (Daniel 3,49).

Luego de este milagro Sidrac, Misac, y Abdenago los tres juntos como un solo corazón se pusieron a cantar, a glorificar y a bendecir a Dios desde el fondo del horno diciendo: ¡Bendito seas Señor, Dios de nuestros padres, alabado y ensalzado eternamente! ¡Bendito sea tu nombre santo y glorioso cantado y ensalzado eternamente! (Daniel 3,52). Este cantico de alabanza y gloria a Dios se repite curiosamente 40 veces desde los versículos 52 al versículo 90.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

Esto quiere decir que el número 40 en la Biblia significa toda nuestra vida.

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