jueves, 18 de junio de 2009

“Caperucita Roja”



Uno de los primeros cuentos que aprendí fue el de “Caperucita Roja.” Ella va a la casa de su abuelita y allí encuentra a un lobo vestido con un gorro y un camisa de dormir acostado en la cama. Caperucita Roja cree que el lobo es su abuelita - ¡Esto levanta algunas preguntas! La niña le dice: “Abuelita, que ojos tan grandes tienes.” El lobo le contesta: “Es para verte mejor, querida”. Luego sigue diciendo: “Que dientes tan grandes tienes, abuelita”. El lobo le contesta: “Para comerte mejor”. Por fortuna, Caperucita Roja se da cuente que hay algo sospechoso. Llama a unos cazadores y ellos matan al lobo.

Ahora entiendo porque hay tantas personas mayores arruinadas por historias como éstas. Pero, por otro lado hay algo bíblico en esta historia. El Mesías habló de lobos como nuestros enemigos, como "lobos vestidos de ovejas”. Hay un principio interesante aquí: El maligno nunca se presenta como el maligno. No le muestra toda la maldad que piensa cometer. Se acerca a usted como una abuelita con un gorrito. Parece una persona buena que no hace daño, pero cada vez que se vea tentado, mire lo que hay detrás. Pero el lobo está detrás, dispuesto a devorar su vida. No caiga en la trampa. No le dé entrada. Salga corriendo. Llame a Jesus y termine con el asunto.

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