viernes, 9 de febrero de 2018

ATESOREMOS LA PALABRA INSPIRADA DE DIOS





No hay ninguna palabra registrada en la Biblia que esté fuera de orden y control. Todo su contenido fue revelado tal y como Dios quiso que se conociera, fue él quien “puso” cuidadosamente todas sus palabras en la mente y en la voluntad de los escritores escogidos para tal propósito.
¡Dios no miente ni se equivoca!
Por lo tanto, tenemos la plena certeza de que sus palabras son fieles y verdaderas.
El apóstol Juan testificó de ellas.
“Estas palabras son fieles y verdaderas”. Apocalipsis 22:6

De igual manera lo dijo el apóstol Pedro.
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. 2 Pedro 1:19-21
ATESOREMOS LA PALABRA INSPIRADA DE DIOS.
Dios ha dejado su revelación escrita para que la conozcamos y la vivamos; es su voluntad inmutable la que hemos de atesorar en nuestra mente y en nuestro corazón.
Es vital que la reflexión bíblica lleve el refuerzo de la oración para que obtengamos su conocimiento sobrenatural y lo apliquemos en cada circunstancia del diario vivir.
Vienen tiempos adversos para el mundo, y es por ello que debemos arraigarnos a las enseñanzas y promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Que sea la Palabra de Dios la fuente de paz imperturbable en medio de toda adversidad.  “Pase lo que pase” permaneceremos creyendo y procediendo de acuerdo con sus principios revelados.
Nos dice el Señor, ahora:
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz”
Juan 16:33.

Pastor M.Rodriguez

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