Es vital que al reflexionar en la Palabra de Dios
la asimilemos con la asistencia iluminadora del Espíritu Santo.
Al respecto el Salmo 119 dice.
“La exposición de tus palabras alumbra,
hace entender a los simples”. Salmo 119:130.
Necesitamos de su acción sobrenatural para que sus
consejos y enseñanzas produzcan CONVICCIONES PERMANENTES sobre nuestros
razonamientos lógicos y que nos impulsen a proceder con espontaneidad ante cada
circunstancia que enfrentemos. (Tentaciones, pruebas o peligros)
Al poseer CONVICCIONES PERMANENTES en la Palabra
de Dios, mantendremos una FE BLINDADA contra todo agente externo que pretenda
deteriorarla con sus argumentos “convincentes”.
EFECTOS DE UNA FE BLINDADA CON LA PALABRA DE DIOS.
Convicción de su veracidad absoluta.
Discernimiento espiritual ante toda circunstancia.
Espontaneidad para obedecerla.
Espontaneidad para difundirla.
Fuerza para vencer toda tentación.
Gozo, paz y seguridad en medio de la adversidad.
PREGUNTEMONOS AHORA CON SINCERIDAD...
¿Dudamos constantemente de la veracidad y eficacia
de la Palabra de Dios?
¿Nos cuesta discernir espiritualmente cada
circunstancia vivida?
¿No somos espontáneos para poner en práctica las
enseñanzas de Cristo?
¿No somos espontáneos para difundir por todos los
medios posibles la Palabra de Dios?
¿Somos presa fácil de nuestros instintos
pecaminosos sin que nos importe incurrir constantemente en ellos?
¿Nos angustiamos y desesperamos con facilidad ante
cada adversidad?
Dependiendo de nuestras respuestas, comprobaremos
si nuestras convicciones permanecen afirmadas en las verdades bíblicas o no.
Con uno de los efectos anteriores que NO se reflejen, nos estaría indicando
nuestra falta de convicción.
BLINDEMOS NUESTRA FE.
Cultivemos constantemente nuestra vida espiritual
por medio de la oración y la reflexión de la Palabra de Dios, para que su LUZ
penetre hasta las áreas más recónditas de nuestro interior.
Pastor M.Rodriguez
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