Todos los cristianos somos enviados por Dios al
mundo para que difundamos sus palabras hacia todos sus rincones; es nuestro
deber llamar al arrepentimiento, presentar a Jesucristo como el único medio de
salvación y advertir con “biblia en
mano” sobre los juicios que vendrán como consecuencia de la maldad.
Es lamentable que “todo mundo” haga “oídos sordos”
a las advertencias divinas; pero aun así, hemos de perseverar en la misión
encomendada, aunque nuestra voz “no tenga eco”.
Sin duda alguna que la situación empeorará como
consecuencia de la maldad.
“Quebrantamiento sobre quebrantamiento es
anunciado”
Jeremías 4:20
¡No temamos!.
En medio de toda adversidad creciente y
generalizada, la presencia de Dios nos protegerá, respaldará y fortalecerá.
“He aquí yo estoy con vosotros todos los días,
Hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20
AUNQUE NUESTRA VOZ NO TENGA ECO.
Insistamos en difundir el Evangelio.
Pastor M.Rodriguez
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