El Eterno Dios es el origen de todo lo que existe;
formas parte de su creación, y con el enorme privilegio de haberte hecho a su
imagen y semejanza.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó”. Génesis 1:1, 27
Dios NO te creó para propósitos temporales, sino para
propósitos eternos; esa es la única razón por la que tú vives ahora.
¡Necesitas tener esa convicción!
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,
de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en
nosotros ha de manifestarse”. Romanos 8:16-18
DIOS TE PRESERVA PARA SUS PROPÓSITOS.
Su presencia activa y constante te envuelve ahora,
aunque por momentos te sientas a la deriva, como si fueras navegando a través
de una furiosa tempestad oscura.
Necesitas tener la firme convicción que Dios no se
olvida de ti, aunque tú así lo sientas ahora; nada de ti pasa desapercibido, y
prueba de ello es la Palabra oportuna que recibes para el momento específico
por el que atraviesas.
¡Dios te dice!
“Yo nunca me olvidaré de ti”. Isaías 49:15
Acabas de comprobar precisamente ahora, como te ha
hablado directa y oportunamente; por eso, al recibir su Palabra, que tu
interior se llene de la PAZ que sobrepasa todo entendimiento.
Puedes entonces decir ahora con plena convicción.
“Oh Eterno Dios, tú me has examinado y conocido. Tú
has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis
pensamientos”. Salmo 139:1-2
¡DIOS TE PRESERVA PARA SUS PROPÓSITOS!
¡Nadie se lo impedirá!
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