“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová.” Salmos 128:1-4 Reina-Valera 1960 (RVR1960).
La obediencia a DIOS acarrea bendición, siendo que Él
solamente quiere lo que es mejor para sus hijos. Muy a menudo los creyentes se
aferran a no dejar pecados o hábitos los cuales están en contra de la voluntad
de DIOS. No obstante, aquello a lo que se aferran está ocupando la nueva
bendición que tiene Él para sus vidas. El SEÑOR necesita recipientes nuevos
para derramar su bendición, no puede verter vino nuevo en odres viejos o
dañados pues se perdería su bendición.
Todo aquel que obedece al SEÑOR será bendito, el temor
de DIOS es un tesoro que trae bendición. Tener a DIOS en el primer lugar de
nuestras vidas trae alegría al alma, y uno puede encontrar contentamiento en
obedecer sus mandatos
Obedece
al SEÑOR y encuentra solo en Él tu felicidad.
0 comentarios:
Publicar un comentario