miércoles, 14 de julio de 2010

"UN LUGAR VACIÓ"




No se trataba únicamente de una tumba vacía. Se trataba de una tumba específica. Era una tumba vacía que tenía dueño. Era la tumba que pertenecía a José de Arimatea y la tomaron prestada. Dios vino a la tierra sin dinero para comprarse una tumba, así que alguien se la tuvo que prestar. Así que, de alguna manera, la resurrección fue una aventura conjunta que fue cierta para José y también lo es para usted. La resurrección no sucederá en su vida al menos que usted tome parte en ella y es una opción. La resurrección no es solamente un evento del cual leemos en los libros; es una aventura en la que usted mismo participa.

Dios quiere que usted le dé su tumba. En hebreo, tumba significa "un lugar hueco, un vacío". Su tumba es ese lugar o lugares vacíos que hay dentro de usted, e incluye sus pecados, penas, heridas, valles, desesperaciones y sueños destrozados. Déle todo esto al Señor y Él hará el cambio. Lo único que quiere es tomarlos prestados y no se los devolverá en la misma condición. ¡No! Al contrario, esa tumba se convertirá en un lugar milagroso porque los milagros comienzan cuando la tumba deja de ser una tumba cualquiera, y se convierte en su tumba vacía.

Tome cualquier parte de su vida o de su pasado que ha estado vacía o en oscuridad, con amarguras y heridas, e invite al Señor a entrar en ella.

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