Que no se debilite tu fe, ahora que todo lo estás viendo al revés.
No hay nada favorable por ningún lado.
Todas las puertas completamente cerradas...
¿Y cómo vas hacer?
Lo angustiante de todo esto, es que ya diste el primer paso, pero no hay donde poner el pie para el siguiente.
¿Entiendes lo que te quiero decir?
Esto ha hecho que la fe que tenías al principio, comience a tambalearse; pero no dejes que se derrumbe...
¿Y qué vas hacer ahora?
Nada, pues no tienes de donde sacar, ni quien haga las cosas por ti...
Únicamente te queda creer, esperar y descansar en las promesas del Dios Todopoderoso...
¡Cree!... ¡Espera!... ¡Descansa!...
Dios ha permitido que llegues a un punto de imposibilidad total en que ya no puedes hacer nada, a menos que sea SU PODER el que intervenga...
Y eso es justamente lo que hará.
Así que...
¡Cree!... ¡Espera!... ¡Descansa!...
Deja que Dios haga lo que no puedes hacer en estos instantes. ¡Déjalo trabajar! No interfieras en sus acciones soberanas. El sabe cómo lleva todo...
En los días que siguen a partir de hoy, comprobaras como la soberanía de Dios se inclinará a tu favor para resolver tus asuntos urgentes.
Pero surge la pregunta:
¿De dónde sacará Dios los recursos que necesitas urgentemente ahora?
No lo sé, pero él sabe lo que hará y como procederá...
Fíjate bien:
Dios se las ingeniará para que todos esos recursos lleguen a tus manos en el momento que no esperas...
¡Cree!... ¡Espera!... ¡Descansa!...
Es lógico que la tempestad sea muy fuerte ahora, y quien sabe cuánto durará; pero de lo que si has de tener la plena certeza, es que Dios no te dejará a la mitad del camino.
Lo que necesitas vendrá “de arriba”.
Vendrá directamente de Dios...
Dios quiere que creas, esperes y descanses en contra de todo pronóstico así como lo hizo Abraham. Te comparto la referencia bíblica para que la apliques a tu caso particular:
El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Asi será tu descendencia.
Y no se debilito en la fe al considerar su cuerpo (siendo casi de cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció, dando gloria a Dios, plenamente convencido que era también poderoso para hacer todo lo que le había prometido.
Romanos 4:18-21
De aquí, te invito a que extraigas las siguientes actitudes y las apliques:
Cree en esperanza contra esperanza...
No te debilites en tu fe cuando todo lo veas todo en contra...
No dudes de las promesas de Dios...
Dios es poderoso para darte todo lo que te ha prometido...
En estos momentos cruciales de tu vida, es cuando has de recordar que el mismo Dios que sacó de la nada el universo entero, es el mismo que te ayudará pronto.
¡Cree!... ¡Espera!... ¡Descansa!...
Hazlo precisamente este día.
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