Necesitamos “alzar” nuestros ojos para ver otras realidades que SI son consistentes, y no las realidades caducas y aparentes a las cuales nos hemos acostumbrado. Necesitamos ver “sobre” las realidades terrenales y alienantes que constantemente nos rodean e influencian. Pero, ¿Cómo se hace?... ¿Cómo se logra?... ¿Cómo “alzamos” los ojos? Cuando nos exponemos diariamente al contenido de la Palabra de Dios mediante su reflexión. Cuando hablamos con Dios cada día por medio de la oración... ¿Qué resultados se dan? Se experimenta a un Dios real manifestado en la persona de Jesucristo. La certeza de la presencia de un Dios cercano que nos envuelve en medio de todas las circunstancias del diario vivir. Se comprueba con claridad que Dios nos habla justamente ante cada situación específica que estamos atravesando. Tranquilidad y paz en medio del cumplimiento de la misión encomendada en la tierra. Conocimiento y sabiduría para transmitir la Palabra de Dios en medio de un mundo que ha perdido la noción de la razón de su existencia sobre la tierra. ES TIEMPO DE ALZAR NUESTROS OJOS. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2
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