Ya se vislumbra la “tormenta”... Ya se siente... Nubes oscuras... Viento... Relámpagos... Truenos... Las primeras gotas... Desde luego que no se trata de una tormenta literal, sino que estamos hablando del preámbulo de una seria advertencia que Dios hará a los hombres rebeldes y soberbios para que entiendan y cesen de una vez por todas sus obras malas. ¿Qué va a pasar? ¿Cómo sucederá? ¿Cuándo ocurrirá? No se sabe... Todo será tan repentino. Se trata de una de las últimas advertencias que Dios hará a los rebeldes y soberbios. El no quiere que nadie se pierda, sino que haya un arrepentimiento sincero. Dios es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9 Es ahora, en el preámbulo de “la tormenta” cuando los cristianos, hemos de cumplir con la labor que Dios nos ha encomendado. Es por eso que estamos aquí. No perdamos mas el tiempo en vanidades. Vivamos para el propósito por el cual hemos venido a la tierra, sobretodo en estos tiempos tan cruciales. No temamos ante lo que veamos venir, es necesario que así suceda. Será en medio de estas tempestades oscuras, que por cierto forman parte del principio de dolores, en donde Dios estará guardando a sus hijos y siervos para que hagamos lo que nos corresponde. Que en medio de estas situaciones confusas, sea siempre la LUZ de Cristo nuestro único punto de referencia, para que a la vez la mostremos a los demás... Viene una seria advertencia para los rebeldes y soberbios de la tierra... Mientras tanto, aun en medio de las nubes oscuras, la luz de Cristo seguirá brillando; pero vendrá el día en que el SOL DE JUSTICIA ya no alumbrará más... Será entonces cuando las oportunidades y las advertencias habrán terminado... ¡Ahora es el tiempo! Dice nuestro Señor Jesucristo: Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Juan 9:5
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