Imposible que te escondas de Dios. El escudriña hasta el
rincón más profundo de tu interior y a la vez conoce al detalle el entorno que te
rodea; sabe a la perfección que piensas, sientes y deseas; conoce palmo a palmo
cada detalle de tu historia de principio a fin; no ignora tus intenciones y
acciones; conoce tus fortalezas y debilidades; tus luchas contra las
tentaciones que te seducen, así como también tus estrepitosas caídas; conoce
cada dificultad o situación imposible que afecta tu vida; sabe cómo
disciplinarte y como aplicar el tratamiento de tu restauración. Todo está tan
claramente detallado ante él.
El salmo 139 te lo recuerda:
“Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.”
Salmo 139:1-6
DIOS TE CONOCE.
Precisamente por eso es que siempre te da la palabra justa y
precisa que estás necesitando para el momento oportuno. Es como esa espada de
dos filos que escudriña y transforma tu alma.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien
todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos
que dar cuenta.”
Hebreos 4:12-13
DIOS TE CONOCE.
Precisamente por eso ha puesto sus ojos en ti, porque no
ignora la enorme disposición que tienes para cumplir con la misión que te ha
encomendado sobre la tierra a pesar de tus limitaciones externas e
incapacidades personales; porque sabe que eres materia dispuesta en sus manos
para que su gracia, misericordia, poder y soberanía se derramen sin límites
sobre ti. Te conoce desde antes que vinieras al mundo.
Recuerda la experiencia de Jeremías.
“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que
nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah!, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar,
porque soy niño.
Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo
que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para
librarte, dice Jehová.”
Jeremías 1:5-8
DIOS TE CONOCE.
El hecho de saber que Dios te conoce mucho más de lo que tú
te conoces, debe producir en ti cinco actitudes:
Agradecimiento, Fe, Obediencia, Esperanza, Paz.
Agradecimiento, porque a pesar de ser como eres, sus
propósitos eternos se mantienen firmes como una roca; Fe, porque tienes la convicción que
independientemente a lo que suceda a tu alrededor, sus promesas se harán
realidad; Obediencia, porque sabes que
al proceder de acuerdo a sus lineamientos sus propósitos eternos se cumplirán
no solo en tu vida, sino en la de las personas que te rodean; Esperanza, porque aunque ahora no veas
ninguna perspectiva favorable, tienes la certeza que Dios te sostendrá y
respaldará siempre en donde quiera que vayas;
Paz, porque en medio de las tormentas del mar de la vida, sabes que su
presencia real, activa, incondicional y permanente irá siempre contigo.
DIOS TE CONOCE. ¿Qué más puedes pedir?
Los Pastores Manuel y Marina
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