Has reconocido tus límites ante el poder ilimitado de Dios;
y esa actitud de humildad te lleva a postrarte ante él para que revitalice todo
lo que en ti está muerto o no sirve. Has entendido lo necesario que es
abandonarte bajo su gracia, misericordia y su poder.
A Dios le interesa hacer de ti una evidencia de su acción
sobrenatural.
Dios jamás te ha rechazado pese a tu condición débil y
pecaminosa, al contrario, te la confronta con tu realidad personal y con tu
necesidad.
Es importante que en todo momento reconozcas tu necesidad
continua de Dios; que él es el único capaz de levantarte de esa esterilidad
espiritual que ya se te hizo crónica.
¡QUIERES PERO NO PUEDES!
Lo notas por los frutos que reflejas.
Dios jamás te ha rechazado, por tal razón ha decidido
mantener firmes las promesas que te hizo; nadie impedirá que dejen de
cumplirse. Jamás te soltará...
Los Pastores
Manuel y Marina
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