Mantente firme, aunque no veas ni un rayo de esperanza.
Dios no ignora cómo está tu situación actual, la conoce
palmo a palmo. Sin embargo, necesitas saber que en su momento y de manera
repentina, dará la orden para que todo se solucione a tu favor. Aunque te
encuentres en el “calabozo” más profundo y oscuro, aunque las puertas
permanezcan selladas, aunque los vientos contrarios arrecien con fuerza..