Antes de tomar una decisión necesitas tener la
seguridad si Dios te va a respaldar en ella o no; ya que no siempre todo lo que
parece obvio y atractivo es su voluntad.
¡Antes de tomar una decisión necesitas orar!
Dios será específico al darte su respuesta.
¿Pero cómo saberlo?
¿Cómo sabrás cuando es un “si” o un “no”?
Si lo que vas a hacer está en oposición a las
enseñanzas de la Palabra de Dios, entonces es un NO.
Si las puertas se te cierran a pesar de todos
tus intentos en abrirlas;
si en vez de inclinarse todo a tu favor sucede lo
contrario, entonces es un NO.
Si aun en medio de toda oposición las puertas
se te abren y se te presentan soluciones oportunas (siempre y cuando vayan de
acuerdo a las enseñanzas de la Palabra de Dios), entonces es un SI.
Si lo que vas a hacer te produce paz en tu
corazón a pesar de estar ante un panorama ilógico y peligroso, entonces es un
SI.
¡Respeta la decisión de Dios!
Él sabe porque te dice “SI” aunque no
comprendas su respuesta.
Él sabe porque te dice “NO” aunque no aceptes
su respuesta.
Él sabe lo que te conviene; no quedarás
avergonzado (a)
¿Qué te corresponde hacer ahora?
Además de cultivar tu vida espiritual...
Necesitas orar por sabiduría y determinación
para saber hasta dónde llegar y no continuar.
Necesitas apartarte de todo lo que estorbe el
cumplimiento de la misión que Dios te ha encomendado sobre la tierra. Sigue
siendo fiel en lo poco.
No procedas en contra de lo que ha dejado
establecido en su Palabra aunque “todo el mundo” lo haga.
M.R
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