La Biblia dice que María se agachó y le echó una ojeada a la tumba. Ella tuvo que agacharse para mirar adentro. La palabra que se usa aquí para indicar lo que hicieron María y los discípulos es “parakoopto.” Ellos se agacharon y le echaron un vistazo a la tumba. En 1 Pedro dice que los ángeles hacen lo mismo. Ahí se usa la misma palabra. Dice que hasta los ángeles desean ver. La palabra no es simplemente “ver”, es echarle un vistazo. En otras palabras, los ángeles están tan maravillados que se agachan para echar un vistazo a lo que está sucediendo en la tierra: el evangelio, el poder del Mesías, el poder del Espíritu sobre la tierra, hasta el poder del Mesías en nuestras vidas. Los ángeles quieren mirar y para esto se agachan y le echan un vistazo.
Usted se habrá dicho muchas veces que su vida no tiene mucha importancia. Pero, fíjese que hasta los ángeles se agachan para ver lo que está sucediendo en su vida. Usted tiene ángeles que se agachan para echarle una ojeada a lo que usted está haciendo. Así que corra la carrera de una manera digna. Lo que usted hace en esta tierra sí cuenta; vale la pena que lo estén mirando, aunque sean los ángeles. Así que viva una vida digna de ser mirada y observada por ángeles que se agachan y dan un vistazo.
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