"Oh, que Dios les otorgue esta rica bendición, para que no sean como el humo de una chimenea, que es rápidamente dispersado por el viento: que su bondad no sea como la nube mañanera, ni como el rocío temprano que se evapora; sino que sean afirmados, y que cada bien que tengan sea un bien permanente. Que su carácter no sea como las letras escritas sobre arena, sino una inscripción en la roca. Que su fe no sea como "la urdimbre sin marco de una visión," sino que esté construida con material de piedra que aguantará ese horrible incendio que consumirá la madera, el heno, y la hojarasca del hipócrita. Que estemos cimentados y arraigados en el amor. Que sus convicciones sean profundas. Que su amor sea real. Que sus deseos sean sinceros. Que su vida entera esté establecida, fijada y afirmada, para que todas las ráfagas del infierno y todas las tormentas de la tierra sean incapaces de conmoverlos.
Deseo, hermanos y hermanas míos, que durante este año puedan vivir más cerca de Cristo de lo que hayan vivido antes. Estén convencidos de ello: cuando pensamos mucho en Cristo es cuando pensamos menos en nosotros mismos, en nuestras aflicciones, y en las dudas y temores que nos asedian. Comiencen a hacerlo en este año, y que Dios les ayude. No permitan que pase ningún día por sobre sus cabezas, sin una visita al huerto de Getsemaní y la cruz del Calvario.
Bendiciones para el año 2009
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