Confía. Dios está ahora mismo sobre todos tus
acontecimientos, aunque a tu alrededor el caos se incremente. Necesitas
recordar que en medio de todo peligro gigante, descontrolado y amenazante él
tiene el control absoluto. Nada de ti se le escapa de sus manos. Todas tus
cosas están ante él en este momento.
Confía. Dios no se ha olvidado de ti aunque no lo
veas ni lo sientas. Aunque “la gente” te diga que todo se echó a perder y que
ya no hay soluciones para tu caso. Fíjate bien: Dios ha decidido no soltarte
aunque intentes buscar otras soluciones, las cuales no permitirá que se
consoliden. Dios tiene su momento para intervenir. Espera pacientemente...
Confía. Tus oraciones han sido escuchadas, aun esa
que consideras imposible de conceder. No hay palabra dicha por ti que haya
pasado desapercibida ante su presencia, él te concederá todo cuanto vaya
orientado a sus propósitos eternos. Te dará más de lo que pidas...
Confía. No te impacientes aunque en vez de
soluciones, solo veas problemas. En medio de este caos, Dios de manera oportuna
y repentina obrará para favorecerte. Ciertamente lo verás. Así será, ten esa
certeza plena.
Confía. Dios dará la orden determinante a los
obstáculos que se han puesto delante de ti para que se retiren y no vuelvan más
a obstaculizar tus pasos. Las puertas que NO deben estar abiertas serán
cerradas y las que NO deben estar cerradas serán abiertas.
CONFÍA...
DIOS
NO MIENTE.
Los pastores Manuel y Marina
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