Tú no sabes que adversidades repentinas te sucederán en el
FUTURO INMEDIATO. Todo pasa tan “de
repente” que no queda tiempo de reaccionar, y cuando vienes a sentir se
producen giros inesperados y radicales en el momento menos pensado. Todos tus planes caen derribados y tus
rutinas cambian.
Tú no sabes en qué momento puede presentarse alguna
adversidad en tu vida, pero Dios sí; y aunque para ti tu futuro sea incierto,
para Dios no lo es. Tu futuro descansa bajo su cobertura protectora y
proveedora. Dios ya te tiene todo
preparado para cuando esa adversidad repentina llegue.
Repito: YA TE TIENE TODO PREPARADO; tiene
preparado el lugar donde llegarás, así como tu protección y provisión. En lo personal, he aprendido que por muchas
precauciones extremas de seguridad que yo tome, de nada me servirá si no
dependo del cuidado continuo de Dios; puedes vivir en la zona residencial más
segura, viajar en autos blindados, estar rodeado de guardaespaldas, transitar
en la calle más apacible de tu ciudad, tener una cuenta bancaria con altos
intereses “de por vida”, gozar de garantías constitucionales pero si NO
dependes del cuidado continuo de Dios, todo eso de nada te servirá. Toda
seguridad humana es altamente vulnerable.
Acuérdate que “Si Jehová no
guardare la ciudad, en vano vela la guardia” (Salmo 127:1) Ningún dispositivo o estrategia de
seguridad son garantizados si no están subordinados bajo la cobertura de Dios.
Cuando tu seguridad depende 100% de la cobertura de Dios no
temerás en ponerte bajo sus órdenes incondicionales para IR al lugar asignado y
HACER la obra encomendada pues estarás bajo su total cobertura protectora.
Dedica buena parte de tu tiempo para recordar, reflexionar,
deleitarte y esperar en las promesas de Dios.
Los Pastores Manuel y Marina
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