En estos momentos.
En que todo lo ves como un estrecho callejón sin
salida.
En que la tempestad ruge furiosa a tu alrededor
rompiendo todo lo que encuentra a su paso.
En los que todos los esfuerzos que haces por
solucionar el problema son totalmente vanos.
En lo que todo se te complica cada vez más.
En estos momentos.
Es cuando Dios tiene el control total de todo
cuanto te sucede.
Es necesario que aprendas a descansar en EL, pues
se encargara de proveerte y protegerte, así como también en abrirte esas
puertas que ahora están completamente cerradas.
Deja que su soberanía lo gobierne todo, siguiendo
tú al pie de la letra lo que te ordena en su palabra.
No le cuestiones.
En estos momentos.
Es cuando has de permanecer en EL CENTRO de la
voluntad de Dios,
sin desviarte a izquierda o derecha.
Abre su Palabra en estos instantes y sumérgete en
su reflexión para que recibas la fortaleza que necesitas y tu alma sea
revitalizada, para que la PAZ SOBRENATURAL de lo alto te gobierne.
En estos momentos.
Ciertamente Dios tiene algo que decirte.
Confía plenamente en lo que te diga, pues no te
defraudara.
No te dejes impresionar por lo que vean tus ojos,
ni por las palabras negativas que escuchas desde que el día amanece.
La atención que Dios tiene sobre todos tus caminos
es CONTINUA aunque pareciera que estas a la deriva a merced de toda clase de
peligros y de vientos contrarios.
En estos momentos.
Dios te pregunta:
¿Habrá algo difícil para mí?
Jeremías 32:27
¿Verdad que no?
Entonces tu temor y tus dudas no tienen fundamento.
Descansa en su poder soberano y deja de estarle
dando vueltas a tu cabeza ante un caso imposible que humanamente hablando no
tiene solución.
En estos momentos.
En los que no hay ninguna garantía humana a tu
favor, clama insistentemente al Dios de lo imposible.
Nuevamente te lo dice:
Clama a mí y yo te responderé.
Jeremías 33:3
En estos momentos.
Dios te promete que revitalizara y sanara todas
las áreas de tu vida.
El directamente se encargara de hacerlo.
Nadie podrá impedir que tal proceso se lleve a
cabo, pero deja que consuma con su fuego purificador todo aquello que no has de
tolerar, aunque por ello tengas mucho que sufrir.
Es para tu bien.
Hay cosas que no te convienen aunque pienses que
si.
En estos momentos.
No te desenfoques de la prioridad fundamental por
la que vives.
Dios sabe cuánto te cuesta, pero no desestima el
esfuerzo que haces por su causa.
En estos momentos.
Animo.
No desmayes.
Aunque no entiendas nada ahora, el propósito de
Dios se cumplirá perfectamente en tu vida.
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en
vosotros la buena obra, la perfeccionara hasta el día de Jesucristo. Filipenses
1:6
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