Para discernir con la LUZ de la FE, es necesario
someter nuestros razonamientos lógicos bajo la acción sobrenatural del Espíritu
Santo.
Al respecto, el apóstol Pablo escribe.
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente”.1 Corintios 2:14
Mientras la LUZ de la FE no invada “la oscura y
estrecha cueva” de nuestra lógica terrenal, nos mantendremos en un estado
permanente de incredulidad ante las verdades absolutas reveladas en la Biblia.
AL DISCERNIR CON LA LUZ DE LA FE.
Adquirimos la certeza de la realidad eterna y
personal de Dios.
Adquirimos la certeza de un Dios que nos ha creado
a su imagen y semejanza.
Adquirimos convicciones firmes en las enseñanzas y
promesas de la Palabra de Dios.
AL DISCERNIR CON LA LUZ DE LA FE.
Somos capaces de “ver” más allá de la estrecha y
oscura realidad terrenal que nos rodea.
Somos capaces de “ver” la realidad activa de Dios
envolviéndonos de continuo.
Nos sentimos seguros y en paz en medio de las
múltiples tempestades que sacuden al
mundo.
Somos capaces de recordar las experiencias pasadas
en las que el poder soberano de Dios intervino a nuestro favor.
Para someter nuestros razonamientos lógicos bajo
la acción sobrenatural del Espíritu Santo, es necesario que cultivemos nuestra
vida espiritual mediante la oración y la reflexión bíblica; será así como la
LUZ de Cristo, romperá las pesadas barreras que nos impiden experimentarla.
Pastor Manuel R
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