La presencia real de Dios se mantiene activa en
nuestro interior. Su Espíritu se mantiene operando transformaciones profundas y
radicales en cada área de nuestras vidas; se trata de un proceso dentro del
cual se van viendo los resultados paulatinamente; de ahí que es importante
desechar toda interferencia que impida su desarrollo.
“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño,
hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación...”
1 Pedro 2:1-2
RESULTADOS DE LA ACCIÓN CONSTANTE DE DIOS EN
NUESTRO INTERIOR.
Convicción de su realidad viva eterna manifestada
en Jesucristo.
Convicción de nuestra identidad espiritual en
Cristo.
Convicción de su realidad viva y eterna obrando
por medio de su Espíritu en las diversas áreas de nuestras vidas.
Convicción de nuestra herencia eterna en los
cielos.
Convicción de su poder soberano obrando en medio
de todos nuestros acontecimientos.
Discernimiento espiritual para asimilar su Palabra
y aplicarla en las diversas circunstancias de la vida.
Espontaneidad para obedecer sus lineamientos
establecidos en su Palabra.
Espontaneidad para difundir su mensaje por todos
los medios posibles a nuestro alcance.
CAMBIOS EN PROCESO.
Obviamente que hay cambios que no se han
concretado en un 100%; aún experimentamos momentos de duda, temor e inseguridad
cuando se nos presentan crisis muy difíciles.
Aún el “instinto” egoísta e indiferente se revela
ante momentos específicos en nuestra relación con el prójimo.
Aún nuestras tendencias pecaminosas se alborotan
ante las fuertes tentaciones que nos asedian.
Estamos sujetos a “cuerpos débiles” que necesitan
ser fortalecidos constantemente por el Espíritu Santo.
“Velad y orad, para que no entréis en tentación;
el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Mateo 26:41
Estamos sujetos a “cuerpos débiles” en proceso de
cambio.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en
vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Filipenses
1:6
ABANDONÉMONOS HOY BAJO EL PODER RESTAURADOR DE
DIOS
Pastor M.Rodriguez
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