Las palabras que un día te dije, que salieron de mi corazón las guardaré en un baúl, como recuerdo de amor. Si te dije; te quiero, te amo, con locura, las guardaré atadas, con un hilo de cordura. Si te hablé con palabras suaves, blandas como algodón, las guardaré endurecidas y ennegrecidas, por el sol, y si te dije que contigo, en el aire me sentía intentaré aterrizarlas, rociándolas de ricina. Esa lagrima que un día, de mis ojos por ti brotó
Ya no podré guardarla, porque el viento la secó si te di caricias puras, de esas que alegran la vida, yo las guardaré desnudas, cuando se queden dormidas. Si te dije te quiero dicho con el corazón, lo guardaré enmudecido, por lo herido que quedó junto con el guardaré, mi guitarra, mi pasión, y las tardes que esperaba, entonando una canción también; guardaré en mi baúl, todo lo que no pudo ser,
Para que no le den tristeza, a los que se saben querer. Y todo momento grato, que me recuerde a ti, los guardaré sobre los otros, esos que hacen sufrir. Si te dije palabras dulces, dulces como la miel hoy se volvió insípido; y así, las guardaré esas palabras que te dije, que jamás te olvidaría; las pondré como el sello, que durará toda la vida.
Guardaré la fotografía, por la cual te conocí, pues ya estas en mi retina, y nunca saldrás de allí, y dejaré, que las palabras, que te dije con pasión, sean las que se encarguen, de curar mi corazón. Si te dije que tu alma, era gemela de la mía, las guardaré, en secreto, por ser palabras prohibidas la que te dije en versos, en un canto... Una ilusión, esa no podré guardarla; no sé, donde quedó.
Se han quedado vagando, en un lugar desconocido para evitar que yo les guarde, ese recuerdo tan querido me recalcan la promesa, que te hiciera yo un día, que aunque el tiempo, pase y pase... Yo jamás te olvidaría…
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