Dios te ha creado para él. Esa es la razón por la que te ha venido formando a lo largo de todo este tiempo.
Dios ha tenido sus métodos para moldearte conforme a su carácter, así como el escultor lo hace con la arcilla.
No se trata de un proceso corto ni superficial, sino extenso y profundo; por eso, ten la plena certeza que todo resultará como él lo planeó para ti.
Aplica en tu vida estas palabras que el apóstol Pablo escribió:
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6
Dios todo lo hace perfecto. No se equivoca en sus procedimientos, aunque aparentemente no sea la forma adecuada.
Dios sabe como ha venido formándote a lo largo de todos estos años.
No te entristezcas...
No te enojes...
No te cuestiones...
Dios sabe lo que hace.
Deja que el divino
alfarero siga trabajando en tu vida. El hará un trabajo perfecto contigo.
Ahora estás en el proceso.
Que te quede claro ahora, que en medio de todos los eventos que te acontezcan a lo largo del año 2012, Dios te preservará.
Dios no dejará su obra a la deriva.
He aquí su promesa:
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Isaías 43:2
Pase lo pase a tu alrededor, gozarás de la asistencia continua y personalizada de Dios, quien a la vez te abrirá caminos por donde no los hay.
Nadie estorbará lo que Dios haga contigo.
El te lo recuerda ahora:
Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?
Isaías 43:12
DIOS HARA UN TRABAJO PERFECTO EN TI.
Si Dios se ocupa de ti, formándote y preservándote, entonces...
¿Qué te corresponde hacer?
Cumple con tu misión en el mundo.
Que tu compromiso fundamental sea el de hacer discípulos de Cristo en el lugar donde él te ha puesto. Se trata del compromiso de todo verdadero cristiano.
A ti te corresponde hacer discípulos por medio de la exhortación y la enseñanza de la Palabra de Dios. Es necesario que por medio de ti, las personas que te rodean, conozcan de Cristo.
Necesitas orar mucho para que el Espíritu Santo quien mora en ti, ponga ese deseo intenso y espontáneo de llevar a cabo la obra encomendada.
Hasta el día de hoy, Dios te ha estado formando para que seas un árbol fructífero sobre la faz de la tierra.
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