domingo, 27 de junio de 2010

Extranjero




Crecemos pensando que no es bueno ser un extranjero. Pero en la Biblia, algunos de los mejores personajes fueron extranjeros. La palabra hebrea para extranjero es “ger o gare.” En Génesis 23:4, Abraham dice: “Yo soy un extranjero entre ustedes.” En Éxodo 2:21-22, Moisés nombró a sus hijo Gerson, que significa, “He sido extranjero en una tierra extraña.” En 1 Pedro, se nos llama “extranjeros en este mundo.”

El ser extranjero es poderoso ser extranjero es un llamado sagrado. Usted, que ha nacido de nuevo, ha sido llamado a ser un extranjero en este mundo. Usted debe pasar por esta vida como un turista, un extranjero para las cosas de este mundo. Cuando la gente le hable a usted de temas impuros, oscuros o amargos, responda: “no comprendo” “I don’t know", “ne comrends pas”, “no sprejen” o como sea su idioma. Cuando usted pasa por dificultades, recuerde que es un extranjero frente a sus circunstancias, y no forma parte ya del problema. Usted pertenece a un mejor lugar, al Reino de los Cielos así que practique el ministerio de ser extranjero.

Identifique algo para lo que usted debe convertirse en extranjero. Decídase hoy a alejarse de ese pecado y andar en santidad en esa parte de su vida.

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