En la carta del apóstol Pablo a los efesios, Él le pide que oren por él para que se le sean dadas palabras cuando abra su boca. Ése es el hombre que escribió la mayor parte del Nuevo Testamento y que le predicó a miles de personas. ¡Si a alguien le sobraban palabras, era Pablo! A pesar de eso, al final de la carta, Pablo pide que oren para que el Señor le dé la palabra adecuada al abrir la boca.
Si Pablo necesitaba la oración para hablar con cordura, cuanto más nosotros. Nuestras palabras no están consideradas como escritura; no obstante, ¿cuás veces pedimos para que se nos dé la palabra conveniente? Es muy importante que tomemos en serio las palabras que decimos, porque dice la Biblia que nuestras palabras tiene el poder de dar vida. Las palabras de Pablo produjeron vida porque él había decidido que su lengua únicamente hablaría verdad y del amor de Dios. Así que aprendamos de Pablo.
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